Artil Robotics
La visión de Artil Robotics está definiendo el futuro robótico de Ecuador. Los precios varían desde los 20 mil dólares.Fotos: Cortesía

Los robots llegaron a Ecuador y vinieron para quedarse

Desde Ambato, dos emprendedores no solo ensamblan y programan robots, sino que llevan la IA a nivel industrial.

En redes sociales, un video se hizo viral. Un robot con forma humanoide, saludando y moviéndose de manera casi natural, captó la atención de miles. Detrás de este sorprendente proyecto están dos emprendedores de Ambato: Marcelo Ortiz y Eduardo Cárdenas, ambos ingenieros en mecatrónica. 

Desde antes de pandemia fundaron Artil Robotics, que promete llevar a Ecuador al futuro de la robótica y la inteligencia artificial.

El camino no fue sencillo. Marcelo y Eduardo comenzaron trabajando en proyectos universitarios, pero un viaje a Japón en 2018 fue el punto de inflexión. “Nos dimos cuenta de que en Ecuador había muchas oportunidades para hacer cosas nuevas”, explica Marcelo. Así nació el sueño que formalizaron en empresa en el 2022. Desde entonces, han ensamblado y programado robots para eventos, concursos y, más recientemente, su gran logro: el primer robot humanoide del país.

Con sede en Ambato y una oficina en Quito para reuniones de negocios, Artil Robotics cuenta con otros robots como un cuadrúpedo (perro) hasta brazos que pueden soldar y más. Asimismo, han diseñado kits educativos de robótica para niños y colaborado con universidades para promover la transferencia de conocimiento. Hoy, son cinco personas trabajando a tiempo completo y, en épocas de mayor demanda, llegan a contar con un equipo de hasta diez integrantes, incluidos pasantes. “Es emocionante ver cómo hemos crecido en tan poco tiempo”, asegura Marcelo.

En diálogo con EXPRESIONES, Ortiz cuenta cómo comenzaron este camino de innovación para poner a Ecuador en el radar.

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¿Cómo fue la respuesta del público desde que lanzaron el proyecto?

La respuesta ha sido increíble. Este robot no lo creamos desde cero, sino que lo ensamblamos aquí y le programamos todas sus funciones. Las piezas las traemos de Shenzhen, China, pero la magia ocurre en Ecuador. 

¿Pueden llegar a tener personalidad?

Sí, con  inteligencia artificial se logra  que el robot pueda interactuar con humanos. Por ejemplo, al integrarle ChatGPT, permite que tenga un tipo de personalidad programable, ya sea jovial o más formal.

¿Qué tan avanzado está este tipo de inteligencia artificial?

Es impresionante. Recientemente se hizo un test de IQ a ChatGPT y obtuvo un puntaje de 157, apenas un poco menos que Albert Einstein, que tenía 160. Imagínate poder trabajar con una herramienta que tiene un nivel de intelecto tan alto. Por eso siempre digo: hay que usar la inteligencia artificial como una herramienta.

Además de los apagones, ¿cuáles fueron los principales desafíos para lanzarlo al mercado?

Uno de los mayores retos fue la capacidad computacional. Este robot necesita un ambiente de simulación complejo para aprender con inteligencia artificial. Por ejemplo, simula generaciones de sí mismo para mejorar sus habilidades, como caminar o saludar. Esto requiere computadoras muy potentes, y al principio no teníamos los recursos necesarios. Pero no abandonamos el proyecto. Otro reto ha sido encontrarle una ‘casa’, un lugar donde pueda utilizarse al máximo, como centros de investigación y al fin lo hemos encontrado.

¿Cómo es el tema de accesibilidad? 

Parte del storytelling creativo fue revelar el precio en el reel que se hizo viral. De 20.000 a 70.000 dólares está el tope.  Así como en un auto hay la versión básica y la tope. El robot de menor pecio obviamente vendrá con menores capacidades. 

¿Más adelante piensan reducir costos ?

Si quisiéramos en un futuro reducir los costos para que sean accesibles. Además, buscamos que Ecuador no solo consuma tecnología, sino que también la cree. Ya estamos desarrollando para la industria y explorando aplicaciones en sectores como energía, agricultura y seguridad.

En cuanto al cuadrúpedo y el brazo robótico, ¿cuáles serían sus aportes en una empresa? 

Al perro o cuadrúpedo , imagínatelo como un drone, pero de tierra. Súper robusto que te puede caminar por cualquier superficie, desniveles, o gradas. Te puede llevar en la espalda 15 kilos en el modelo base y en el modelo industrial hasta 150 kilos. Asimismo tiene cámaras  infrarrojas para poder hacer mediciones, un altoparlante para  despejar áreas. Pero lo principal es para exploración o inspección en lugares donde se pone en riesgo la vida de las personas. El brazo en cambio, puede soldar, hacer paquetería, aplicar pegante, dibujar. Son solo brazos, no necesitan el cuerpo entero.

¿Ya hay interesados por comprarlos ? 

Sí, las empresas e industrias han adoptado la robótica más rápido que los hogares, pero estamos avanzando en ambos frentes.

Está arrancando el 2025 ¿cómo ven el futuro de los robots en este país? 

El panorama es prometedor. En cinco a diez años, la interacción entre humanos y robots será mucho más común. Los robots llegaron a Ecuador y vinieron para quedarse.

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