Rocío González de Moreno: “No pienso parar”
Al finalizar su gestión como primera dama, cuenta en SEMANA su experiencia en Carondelet y lo que vendrá en su nueva etapa de vida.
Guapa y delgada (con la misma talla durante 40 años), Rocío González de Moreno se presenta en el Salón Azul de la Presidencia con un vestido de buen corte que destaca hábilmente con una pieza antigua adquirida en Cuenca.
A lo largo del último período presidencial, la primera dama se ha distinguido por lucir impecable en todo momento, equipada con un elegante guardarropa que siempre complementa con algún detalle en artesanía, un sector por el que ha trabajado incansablemente desde su posición.
Su gusto por el detalle y la decoración muestran espacios renovados con mueblería y objetos rescatados de una bodega del Palacio de Carondelet, donde ha vivido los últimos cuatro años junto a su esposo, el presidente.
Quién ha sido la primera dama
Ordenada, meticulosa, discreta y muy exigente. Así se percibe a Rocío González de Moreno, hoy de 68 años, madre de Cristina, Irina y Carina (todas casadas), abuela de cinco nietos (este año viene el próximo) y esposa desde hace 45 años de Lenín Moreno. Pronto cumplirá medio siglo en el campo laboral en diferentes sectores. Trabajó 15 años en el Banco Holandés y luego dirigió por tres décadas una empresa de fomento turístico (en la que editó publicaciones del mismo orden). “La pandemia nos golpeó y tuve que parar, pero me encanta promocionar Ecuador en todas sus facetas. Antes del accidente de Lenín (que le produjo su incapacidad), creamos esta empresa y con esa experiencia pude apoyar a mi esposo y sacamos adelante a nuestras hijas. Todas estudiaron en el exterior porque hay que dejar volar a los hijos. El legado más importante que tengo es mi familia”.
A futuro
Al finalizar su gestión, volverán inmediatamente a su casa de 20 años, lugar que ha extrañado porque es su hogar, dice. Sus hijas viven fuera: en Haarlem (Holanda), Miami y Guayaquil; así que las visitarán con la regularidad que les sea posible. Afirma que es hora de pasar la posta y seguir con sus vidas. “No creo en la perennización de los poderes. Nos toca descansar y seguir adelante. Tengo una familia que me necesita y aunque siempre hemos estado juntos, ahora habrá más tiempo. Este año nacerá otro nieto y debo estar ahí apoyando”.
“¡No pienso parar! No me voy a acostumbrar porque toda mi vida he trabajado. Tengo muchos planes, mucha ilusión. Soy hábil con las manos y quiero aprovechar para hacer artesanías y tejer, bordar, como mi mamá me enseñó desde chica, y hacer un huerto como el que hice en la terraza de Carondelet, además de seguir con mis ayudas sociales”.
- Vivencias desde el Palacio de Carondelet
En su calidad de primera dama, cuenta que la confianza y comunicación con su esposo Lenín han sido un eje fundamental para que su relación se mantenga firme. “Hablamos mucho y me escucha, pero hay áreas en las que no puedo intervenir porque le corresponden a él. Es un hombre muy sabio, culto y de mente positiva, eso nos ha ayudado en el camino”.
El accionar de Rocío de Moreno durante esta gestión presidencial ha sido activo y de mucha demanda. Llevó a cabo el plan Toda una Vida, que contiene varias aristas (Casa para Todos y Las Manuelas), con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos en situación vulnerable y de otros que requieren atención prioritaria con ayudas integrales (liderando las brigadas Las Manuelas). “En lo que más me enfoqué es que las casas que entregó el Plan sean un hogar, que tengan lo necesario y creen comunidades con infraestructura y servicios adecuados, con vecinos que se apoyen. Eso nos ha dado un premio internacional que me hace sentir orgullosa”.
El que sus hijas ya sean independientes aportó a que Rocío tenga el tiempo y el espacio necesarios para concentrarse en su agenda.
- Cara a cara
Rocío, ¿cómo se ve a sí misma?
Como una mujer que trabaja, que se compromete y que apoya a otras mujeres.
En los últimos cuatro años, ¿en qué ha cambiado?
Realmente no he cambiado. Toda mi vida he trabajado con dedicación y compromiso en todos mis proyectos. En estos últimos años lo que aumentó fue el trabajo ad honorem que cumplí para honrar el encargo del presidente frente al plan Toda una Vida, corazón del gobierno.
A nivel personal, ¿qué momento o circunstancia le marcó?
El nacimiento de mis cinco nietos durante estos últimos cuatro años.
¿Qué es lo más difícil que debió enfrentar y cómo lo logró?
Lo difícil es cuando encontramos tantas trabas y trámites que se deben seguir para ayudar a una persona, a una familia, sobre todo a personas con discapacidad y sus familias, porque ellos no pueden esperar. Con Las Manuelas, en estos cuatro años, hemos logrado superar esas barreras y dar la ayuda.
¿De qué se siente especialmente orgullosa?
De haber cambiado el concepto de entrega de una vivienda por el de un hogar y la construcción de comunidad en la misión Casa para Todos.A nivel internacional, acabamos de ganar el primer premio en el concurso internacional Prácticas del Hábitat Urbano y Vivienda 2021.
¿Qué huellas deja en el Palacio de Carondelet la primera dama? ¿Hizo algún cambio?
Remodelamos la residencia con piezas patrimoniales que ya existían. Y no hay fantasmas por si acaso (risas).
¿Qué será lo más duro de dejar el Palacio?
Dejar de compartir el día a día con tantas personas que han trabajado junto a nosotros estos años, como mi equipo más cercano.
¿Qué defectos tiene Rocío?
Muchos, como todas las personas, pero con la edad los vamos suavizando.
¿Cuáles son sus fortalezas?
La tenacidad, la responsabilidad, proactividad y empatía.
¿ A qué le teme?
A incumplir en cualquier aspecto.
Es una mujer de muy buen gusto. ¿Cómo definiría su estilo?
Sobrio, siempre estoy viendo las últimas tendencias, pero las adapto de acuerdo con mi edad y las circunstancias. Me gusta vestirme bien.
¿Cuál es su marca de ropa favorita? ¿Y el diseñador o diseñadora?
Mi marca favorita es la de mi costurera de más de 20 años (risas). Y como mantengo la misma talla, rescato piezas y las reúso. También las combino con prendas de líneas de bajo presupuesto, sin que falte nunca un toque de nuestras artesanías.
¿Cómo se cuida para mantenerse delgada?
Como mucha verdura y fruta y nada de carne roja. Últimamente me dio intolerancia al gluten y tuve que dejar de comer pan, que me encanta. Pero el secreto es la moderación, no hay que excederse en nada.
¿Cómo quiere que la recuerden como primera dama?
Nunca me ha gustado que me llamen con ese término porque considero que todas las mujeres del Ecuador somos de primera. Y pienso seguir trabajando con ellas como lo he hecho toda mi vida en los espacios que me encuentre.