Roque Sevilla: “Aún tengo muchos planes a futuro”
Visionario, ambientalista, promotor turístico y empresario, el ex alcalde comparte en SEMANA lo que ha sido su vida y sus ilusiones por cumplir.
El encuentro fue en su finca, una hermosa propiedad que ha contemplado el paso de cuatro generaciones mientras ha crecido y florecido interminables veces. Amante de la naturaleza y defensor a ultranza del medio ambiente, cada árbol, planta o flor tiene memorias que contar.
Así, a través del exuberante jardín, se contemplan 45 años de vida compartida junto a su esposa, Pilar Pérez, mujer de mirada firme y decidida, quien lo cautivó al conocerla. “La negra ha sido mi compañera, mi amor y guía. Nos llevamos ‘rebién’ y las únicas discusiones graves son sobre política. Es una madre y abuela espectacular. No solo me regaló una vida hermosa, sino tres hijos y ocho nietos de perder la cabeza”.
En este singular recorrido muestra su obra maestra: un fabuloso orquideario con más de 900 especies, resultado de décadas de prolija dedicación. Aquí es donde se traduce, diáfana, su fascinación por la belleza y perfección de la naturaleza. Así se desprende fácilmente quién es Roque Sevilla, un hombre liviano, sin cargas, desenfadado, abierto, respetuoso del planeta y del ser humano, con amplia cultura y educación, algo que se aprecia y valora sobre todo en estos tiempos en los que existen tantos vicios y grietas sociales.
He sido un hombre con suerte, muy feliz de lo logrado, porque he conseguido todo lo que he querido… Y esto me lleva a una situación peculiar, porque si se acaba la vida y me llega la muerte estoy listo, pero aún tengo muchos planes futuros e ilusiones...
De pronto nos encontramos con un ingenioso laberinto que diseñó para los más chicos de la familia. Poco antes, trotaba todos los días por la propiedad y jugaba tenis también, lo que ahora se reserva para ciertos momentos. Hace poco lo vi correr varios kilómetros en Puerto Ayora, en una visita a Finch Bay, el hotel 5 estrellas del grupo Futuro, que preside en directorio. Muy activo, empieza el día practicando yoga y disfruta también de las bondades de ser abuelo, con historias locas que inventa para los nietos, pequeños aún. “Ser abuelo es lo mejor que me ha pasado”.
Su vida de empresario ha sido un compendio de eventos exitosos, en una apasionante ruta por diversos escenarios que ha liderado con sobrada capacidad. Pero aún hay mucho por delante, con ilusiones por cumplir. “He logrado todo lo que quería, no tengo miedo a la muerte, pero me preocupan las siguientes generaciones, porque en 72 años todo se acabará”, dice, convencido de la catástrofe inminente que genera el cambio climático, tesis que viene advirtiendo desde hace 40 años, al liderar Fundación Natura, oenegé que fundó junto a un grupo de amigos y colegas y que llegó a convertirse en una de las voces más sonoras de la región, al provocar por vez primera el debate ambientalista en el país, tema que actualmente es una de las grandes preocupaciones a nivel mundial.
A sus 75 años, le agobia pensar que su nieta más chica, de tres años, quizá no logre llegar a su edad si no se controla, o mejor aún se detiene, el exorbitante crecimiento del nivel de carbono en el planeta. ¿Pero por qué las potencias mundiales no toman medidas urgentes?, pregunto. Y categórico responde: “Es que todos esperan que se invente una máquina o algo que desaparezca el carbono”. En todo caso, sus aportes en este campo están a la vista. Entre otros, promovió una legislación que limita la migración interna a regiones sensibles como las Galápagos.
“He sido un hombre con suerte, muy feliz de lo logrado, porque he conseguido todo lo que he querido… Y esto me lleva a una situación peculiar, porque si se acaba la vida y me llega la muerte estoy listo, pero aún tengo muchos planes futuros e ilusiones. Mi mente está ocupada con proyectos ambientales, por ejemplo la construcción de corredores biológicos en el Chocó o buscar soluciones no extractivas que sustituyan el ingreso minero, entre otras cosas”.
Al final de la ruta nos despedimos por donde empezamos, al pie de su auto híbrido (el primero en llegar al país hace años) y el de Pilar, que reposa mientras recarga su batería.
Un líder nato
La tenacidad y disciplina las aprendió en Alemania, país en el que vivió varios años de niño, cuando su padre fue cónsul en Hamburgo, y a donde volvió en su juventud. Así, forjó una carrera empresarial desde muy joven en varios frentes. Visionario, ha logrado sobresalir como un líder nato y se ha convertido en uno de los personajes más respetados en el medio.
Conservacionista y promotor turístico, hoy por hoy está inmerso en un ‘Tank Shark’ donde se impulsan ideas y propuestas para el desarrollo del país. Además, preside el Grupo Futuro, conglomerado de más de cuatro mil colaboradores que aglutina varias empresas que van desde salud, seguros y turismo hasta energía renovable. Entre esas está Metropolitan Touring, de la cual es su presidente. En el grupo, comenta, han recibido varios reconocimientos como el de ‘mejor lugar para trabajar’, lo que refleja sus principios en el campo laboral. “Generamos, más que empleo, trabajos dignos porque buscamos que nuestros empleados sean felices”.
A impulsar el turismo
Por trabajo, compromiso y gusto, recorrer el país ha sido uno de sus más grandes placeres, sobre todo Galápagos, su destino preferido, el cual ha visitado más de 300 veces y por el que nunca deja de sorprenderse por todo lo que sigue encontrando.
“Ecuador es un paraíso. Primero por su clima primaveral, que permite visitarlo todos los días del año; segundo, por la diversidad de paisajes y por su gente. Por eso sigo creyendo que el turismo es el futuro de nuestro país”.
Cara a cara
- ¿Qué es lo mejor y lo peor de usted?
Lo mejor, la visión del futuro. Tengo como un radar que me permite saber lo que viene. Y con respecto a lo peor, todos mis amigos me dicen que las decisiones malas y el mal humor que muestro al mediodía cuando tengo hambre.
- ¿Qué le gusta leer?
Todo lo que caiga en mis manos. Ahora estoy leyendo ‘La tierra prometida’ de Barack Obama, ‘Los diálogos de Platón’ y ‘Selfish Jene’ de Richard Dawkins.
- ¿Uno de sus grandes placeres?
El chocolate.
- ¿La más grande decepción?
La negativa de concretar la Iniciativa Yasuní ITT. Yo había levantado un fondo de 1.670 millones de dólares y, a última hora, Correa no firmó con las Naciones Unidas para captar ese fondo.
- ¿Conservador o todo lo contrario?
¡Todo lo contrario! Feminista, apoyo la diversidad de género, estoy en favor de que la mujer decida sobre su reproducción y no el Estado… Además estoy en contra del extractivismo. No soy religioso, pero respeto a quienes lo son.
- ¿Cómo es la relación con los hijos, que ahora vuelan por sí mismos?
Es maravillosa, como amigo, como ‘pana’. Me concentré en que sean respetuosos y respetables por su forma de ser y conocimientos.
- ¿La dificultad más dura de superar?
A dos meses de comprar Metropolitan Touring, se cayeron las Torres Gemelas y ¡nadie quería embarcarse en aviones! Luego vino el SARS y la guerra de Irak. Fueron años duros casi en quiebra.