
Salud para todos: el legado del Dr. Rodríguez Witt sigue vivo en Loja
La fundación que honra su nombre brinda atención médica gratuita en zonas vulnerables.
En Loja, una ciudad andina de tradiciones profundas, la Fundación Dr. Vicente Rodríguez Witt ha sabido consolidar un modelo de atención solidaria, centrado en los más vulnerables. Inspirada en la vida y obra del doctor que le da nombre, esta organización ha transformado el ejercicio de la medicina en un acto cotidiano de servicio, accesible y humano.
“El doctor Vicente Rodríguez Witt dedicó gran parte de su vida a la medicina”, reseña la Fundación en su sitio oficial. Luego de especializarse durante cinco años en Moline y Chicago, Estados Unidos, regresó en 1959 a Loja como cirujano general. Su vocación, afirman, no conoció de horarios ni distancias. Fue cofundador de la clínica San Agustín junto a su madre y hermanos, y más adelante impulsó la creación del hospital que hoy lleva su nombre y el instituto del cáncer de SOLCA-Loja.
La Fundación desarrolla programas sociales, médicos y comunitarios que responden a una visión clara: ofrecer salud y bienestar integral a personas que viven en condiciones de pobreza, exclusión o vulnerabilidad. Una de sus principales líneas de acción es el Programa de Salud, que incluye jornadas médicas comunitarias y cirugías especializadas totalmente gratuitas. “La salud es un derecho fundamental y debe ser accesible para todos, sin importar su situación económica”, afirma la institución en su página web.
Jornadas médicas y distintas especialidades
Las jornadas médicas se despliegan en zonas rurales y barrios populares, donde se brindan consultas generales, atención en pediatría, ginecología, cardiología, dermatología y otras especialidades. También se realizan pruebas de laboratorio, como exámenes de glucosa y colesterol. Solo en 2023, más de 750 personas recibieron atención durante estos operativos.
A esto se suman las cirugías especializadas, que abarcan áreas como traumatología, oftalmología y procedimientos reconstructivos para labio leporino y paladar hendido. La Fundación narra con orgullo historias como la de “Paco”, un niño a quien se le extirpó un pulgar supernumerario de su mano derecha, en una cirugía realizada con apoyo del equipo médico del Hospital Clínica San Agustín. “Un pequeño cambio, y una gran sonrisa para su madre”, relatan desde la ONG.
Este impacto no sería posible sin el respaldo de un equipo médico voluntario altamente capacitado, que dona su tiempo y conocimientos. La Fundación subraya que todos los procedimientos se realizan bajo estándares estrictos de calidad y seguridad.
Un trabajo por la salud mental
Pero su trabajo no se limita al cuerpo físico. Conscientes de que la salud mental es igualmente esencial, la Fundación ha implementado un programa de apoyo psicológico gratuito. “La depresión, la ansiedad, el estrés y otros trastornos afectan profundamente la vida de una persona, y muchas veces el acceso a atención psicológica está fuera del alcance de quienes más lo necesitan”, afirman en su web.
Por eso, brindamos terapia individual, de pareja y familiar; grupos de apoyo y atención en crisis. Utilizan métodos como la terapia cognitivo-conductual, humanista y de aceptación y compromiso, siempre adaptados a cada paciente. El resultado, dicen, ha sido notable: “Las familias han reportado una mejor dinámica y comunicación, y hemos recibido un feedback positivo sobre la reducción del estigma en torno a la salud mental”.
Trabajo con la comunidad y eventos deportivos
La Fundación también desarrolla el Programa de Desarrollo Comunitario, con cinco ejes fundamentales: educación y capacitación, salud y bienestar, desarrollo económico, infraestructura y fortalecimiento del tejido social. Desde ofrecer talleres de liderazgo hasta apoyar proyectos agrícolas sostenibles, su enfoque es siempre participativo: “Reconocemos que cada comunidad tiene necesidades, aspiraciones y desafíos únicos”.
Actividades como la carrera “Ruta de las Iglesias 5K”, la recolección de donativos para familias venezolanas y la entrega de alimentos durante la pandemia son parte de su acción solidaria constante.
Para el futuro, la Fundación Dr. Vicente Rodríguez Witt se plantea metas ambiciosas: expandir sus servicios médicos y psicológicos, llegar a más comunidades y tejer nuevas alianzas. Pero su esencia se mantiene firme: “Estamos dedicados a hacer del derecho a la salud una realidad para todos”.
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