7 señales de que tienes problemas de circulación sanguínea
Cansancio en las piernas, frío y dolor en las extremidades o sentir hormigueo son algunos de los síntomas.
Se entiende por buena circulación cuando la sangre fluye correctamente por el organismo y transporta los nutrientes, hormonas, entre otras sustancias, necesarias para las células del cuerpo.
Pies hinchados, dolor en las piernas, manos frías y várices son alertas que indican que algo no está funcionando bien, y que puede desencadenar en un mal mayor si no buscas atención médica oportuna. Aquí las más comunes, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos.
1. Cambios de temperatura
Es una de las primeras alertas de que hay mala circulación. A la sangre se le dificulta llegar más a los extremos del cuerpo (manos, pies), produciéndose un descenso de la temperatura en las citadas zonas (frío). También puede suceder al contrario, sentir un calor excesivo en los pies debido a que la sangre no retorna de manera correcta y se mantiene en dichas zonas.
2. Hormigueo y calambres
El entumecimiento u hormigueo en manos y piernas es señal de que los depósitos de grasa están obstruyendo el flujo sanguíneo en las arterias.
3. Fatiga
Si experimentas agotamiento corporal extremo al moverte de un lado a otro, subir escaleras o hacer ejercicios suaves, es debido a que la sangre fluye despacio, y en esas condiciones, la circulación de oxígeno, vitaminas y nutrientes hacia los músculos también se ralentizan.
4. Várices
Aparecen cuando hay debilidad de las paredes venosas, lo cual provoca que la sangre se acumule, haciendo que las venas se ensanchen y dilaten.
5. Arañas vasculares
O también llamadas telangiectasias. Son más pequeñas que las anteriores y se caracterizan por su color rojizo (o azul) y por tener forma de telaraña. Están debajo de la piel, pero no sobresalen. Igual que las várices, aparecen por un mal retorno de la sangre.
6. Hinchazón en los pies
Cuando la sangre no logra llegar en las cantidades necesarias, el cuerpo intenta compensar esa 'carencia' mediante la acumulación de líquidos o 'edema'. Esto significa que los pies además de ponerse azulados, se pueden inflamar.
Ten presente que el exceso de líquidos podría tener también su origen en un problema renal.
7. Alteración en el color de la piel
Un flujo sanguíneo incorrecto provoca cambios en el color de la piel de pies y piernas. Los primeros pueden estar más blancos de lo normal o amoratados, con eccemas o manchas marrones (si presentas esta última característica, acude al médico).
En las puntas de los dedos y en los labios puede verse una coloración azul.
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