El ‘fruto seco’ que ofrece más proteínas que el huevo y rejuvenece

A lo largo del tiempo, el huevo ha sido alabado como uno de los alimentos más ricos en proteínas, un nutriente clave para mantener y desarrollar la masa muscular. Sin embargo, existe un competidor que está ganando terreno en las dietas saludables: la almendra. Este pequeño fruto seco no solo supera al huevo en cuanto a aporte proteico, sino que también ofrece múltiples beneficios, especialmente para quienes buscan mejorar su salud y apariencia con el paso de los años.

Las almendras: una gran fuente de proteínas

Según datos del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), las almendras contienen aproximadamente 21.15 gramos de proteína por cada 100 gramos, lo que representa un 68% más de proteínas que los huevos, que aportan 12.58 gramos por la misma cantidad. Este dato convierte a las almendras en una opción predilecta para deportistas y personas que buscan incrementar su ingesta proteica para ganar masa muscular o simplemente para mantener una dieta balanceada.

Beneficios de las almendras más allá de la proteína

Las almendras no solo son un excelente alimento para quienes buscan aumentar su ingesta proteica, sino que también destacan por su perfil de grasas saludables. 

Según el nutricionista Adrián Tobar, el consumo regular de este fruto seco está asociado con la reducción de niveles de colesterol LDL, conocido como el "colesterol malo" y la mejora de la salud cardiovascular en general. “Son una fuente rica de fibra, lo que favorece la salud digestiva, y poseen minerales esenciales como el magnesio y el fósforo, claves para mantener la salud ósea” explica Tobar.

De hecho, varios estudios de la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública, han destacado el rol de las almendras en la prevención de enfermedades crónicas. Por ejemplo, su consumo frecuente se ha relacionado con una menor incidencia de diabetes tipo 2 debido a su capacidad para mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de azúcar en sangre.

Las almendras y el rejuvenecimiento después de los 50

Uno de los aspectos más interesantes de las almendras es su potencial para ayudar a rejuvenecer la piel y el cuerpo, especialmente después de los 50 años. Un estudio publicado por la revista Nutrients señala que las almendras, gracias a su alta concentración de vitamina E y antioxidantes, pueden reducir significativamente la aparición de arrugas y mejorar la elasticidad de la piel.

Conforme al estudio, este fruto seco contiene ácidos grasos esenciales y compuestos bioactivos que combaten la inflamación, un factor clave en el envejecimiento celular. La inflamación crónica está relacionada con diversas enfermedades asociadas al envejecimiento, por lo que mantener una dieta rica en antioxidantes, como los presentes en las almendras, puede ayudar a ralentizar este proceso y mejorar la calidad de vida en la edad adulta.

Recomendaciones para incorporar almendras en tu dieta

En una investigación que habla sobre los efectos del consumo diario de almendras sobre el riesgo cardiometabólico, realizado por la investigadora biomédica Claire E Berryman, se revela que para obtener los máximos beneficios de las almendras, se recomienda consumir un puñado (alrededor de 30 gramos) al día. Esta cantidad es suficiente para aprovechar su contenido proteico y antioxidante sin exceder la ingesta calórica. 

Las almendras pueden ser consumidas solas como un snack saludable o añadidas a ensaladas, batidos y yogures para incrementar el valor nutricional de las comidas. Es importante optar por versiones sin sal ni azúcar añadidas para evitar un exceso de sodio o calorías innecesarias. Además, para quienes buscan potenciar sus efectos rejuvenecedores, se sugiere complementar su consumo con otros alimentos ricos en antioxidantes como las frutas rojas o el té verde.

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