Humo de tercera mano, igual de dañino que fumar
El fumador lleva en su ropa y piel las sustancias tóxica del cigarrillo, y contamina los ambientes aún cuando no está fumando.
Si ya conocías de los efectos nocivos del cigarrillo para el fumador (de primera mano) y para quien lo respira (de segunda mano), sorpréndete, los residuos de los compuestos químicos y orgánicos que se acumulan en la ropa, la piel y el cabello del fumador (de tercera mano) exponen a los no fumadores a una contaminación equivalente al humo de uno a diez cigarrillos, según un estudio realizado por la Universidad Yale en Connecticut (EE.UU.) y publicado en la revista Science Advances.
Los investigadores encontraron altas concentraciones de benceno y formaldehído, entre otros compuestos volátiles del cigarrillo, cuando el público ingresó a ver una película a una sala de teatro bien ventilada, exponiéndolos a los efectos tóxicos de del humo de segunda mano, informa la agencia EFE.
¿Cómo llegaron allí esos compuestos? A través de la ropa y cuerpo de los fumadores, lo cual representa un riesgo para la salud de los adultos y niños que acuden a dichos sitios. "Las mediciones de nicotina fueron más altas cuando se exhibían películas no recomendadas para menores de edad", dijo Drew Gentner, profesor de Ingeniería Química y Ambiental de Yale.
Las partículas volátiles del humo de tercera mano también se depositan en las superficies de los muebles y en las paredes, y aunque se prohíbe el tabaquismo en sitios cerrados y públicos, "al parecer dicha norma no es suficiente para minimizar la exposición de los no fumadores al tabaquismo", señala el artículo.
Aunque el estudio usó el ambiente de un teatro para la exhibición de películas, el riesgo se extiende a vehículos, bares, trenes, incluso en la habitación pequeña en una casa.
Las aulas escolares, oficinas y el transporte público, como buses, aviones y metros, son ejemplo de ambientes donde está prohibido fumar, pero en los que lamentablemente las personas están expuestas día a día, al humo de tercera mano.
¡A reflexionar, fumadores!
Esta importante investigación invita una vez más a que los fumadores tomen conciencia del grave daño que causan no solo a sí mismos sino a las personas que los rodean, y esas víctimas pueden ser sus hijos. Un padre que después de fumar coge a su pequeño en brazos lo están exponiendo a muchos agentes peligrosos "como una nitrosamina que daña el ADN y puede causar cáncer. El humo de tercera mano deteriora nuestro material genético", afirmó Bo Hang, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, según publica National Geographic.