Vías respiratorias en dificultades
La quema de monigotes puede causar no solo problemas visuales y auditivos sino también molestias respiratorias.
La celebración del nuevo año va acompañada de la quema de monigotes, fuegos artificiales y petardos que provocan ruido, humo y desprenden partículas dañinas para la salud.
“Las grandes de 2.5 micras de diámetro ingresan al organismo y se quedan en las vías aéreas, mientras que las más finas (contienen aerosoles secundarios, partículas de combustión y vapores metálicos y orgánicos recondensados, así como componentes ácidos) y son consideradas como las más perjudiciales porque entran directamente en los pulmones causando dificultad para respirar (ahogamiento) y una serie de síntomas alérgicos”, explica el neumólogo Iván Chérrez.
Los efectos son más agudos en personas con alergias, asma, rinitis, neumonía, pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), o afecciones cardiacas, especialmente niños y ancianos; “pueden agudizar o exacerbar sus síntomas, por eso es fundamental que estén debidamente medicados”.
De allí, la importancia de que quienes padezcan de las citadas patología acudan al médico, previo a las fiestas, y sigan estrictamente sus recomendaciones.
Los efectos pueden sentirlos, incluso, las personas sanas. Y presentar congestión nasal, estornudos, lagrimeos, molestias en la garganta y tos.
¿Qué hacer?
Como medida preventiva
- Usar solución fisiológica para lavarse la nariz, después de la quema.
- Proteger la nariz con un pañuelo.
-Y de ser necesario, encerrarse en un cuarto hasta que pase el evento.