Sáquele partido a su voz interior
Es ella la que nos anima a seguir adelante, pero también puede impedir que avancemos.
La mayoría de nosotros mantiene un diálogo constante con su voz interior. A veces es audible (hablar solo), es una conversación en la que nos planteamos lo bueno y lo malo de lo que sucede durante el día. Esta voz ayuda a tomar decisiones y es tan natural como respirar. Surge desde dentro y su función es ayudar a decidir qué hacer y cómo hacerlo de la mejor manera posible para cada quien.
Este diálogo con uno mismo es un recurso del cerebro para organizar los pensamientos y cambia dependiendo de cada persona. A algunos les llega más como un pensamiento visual o imagen mental, a otros como una voz o diálogo mental. También hay quienes lo perciben como sensaciones. También están los que lo advierten como una combinación de todas juntas, según el momento.
Cuando no ayuda sino que limita
Es importante definir si ese diálogo interno es negativo o positivo. En el primer caso, va a debilitarnos y nos hace más vulnerable en el día a día. Su calidad va a determinarse por sus consecuencias directas en la vida, pues puede traducirse en bienestar o en malestar.
Lo bueno es que tenemos la capacidad de convertirnos en observadores de este diálogo interno y de cómo afecta las emociones y conductas. Por ejemplo, si ante la perspectiva de un examen uno se repite internamente que se va a fallar o que no se está lo suficientemente preparado, el cerebro va a responder a ese comando y va a distraer o causar nervios.
La voz interior está influenciada directamente por las vivencias y programaciones de la niñez. Así, quien creció en un ambiente en el que predominaba el temor al futuro y se hacía énfasis a las amenazas del mundo, su diálogo interno va a ser catastrófico, en espera de que ocurra una tragedia en cualquier momento.
Los estilos negativos de la voz interior
Catastrófico, autocrítico, victimista, perfeccionista, autoexigente. Si usted reconoce algunos de estos estilos o una mezcla de ellos, hay que tomar cartas en el asunto. La observación y la corrección permiten aprender a modificarlos y generar así, pensamientos y afirmaciones más positivas y funcionales que apoyen y ayuden de forma efectiva.
De hecho, esa voz interior es la mejor herramienta para el cambio. Vale preguntarse si se considera que el cambio debe venir de los demás y no de uno. Si esa es una actitud habitual, hay que recordar que todo cambio empieza desde dentro. Es necesario revisar el propio contenido (diálogo interno) que conduzca a una buena limpieza interna de la propia vida. Revisar las creencias, actitudes y emociones con sinceridad, humildad y amor propio, en lugar de lamentarse por la ‘mala suerte’. Es necesario, en esos casos, modificar el diálogo y las imágenes mentales. Eso se logra con determinación y con la certeza de que todos podemos entrar en contacto directo con nosotros mismos. Solo hace falta creer que es posible y querer hacerlo para transformarnos y transformar así nuestra vida.