¿Sientes que estás procrastinando más? Es culpa de la pandemia y el teletrabajo
¿Estás limpiando la casa en lugar de terminar la tesis o terminar los proyectos del trabajo? ¡No estás solo! Todo tiene una explicación
¿Estás viendo series en lugar de ver tus clases virtuales? ¿Estás limpiando la casa en lugar de terminar la tesis? ¿Estás cocinando toda la comida de la semana en lugar de responder los correos del trabajo? ¡No estás solo! La COVID-19 también está alimentando una de nuestras tendencias humanas: la procrastinación.
Un año de pandemia, un año trabajando en pijama
Leer más"La procrastinación es una estrategia de afrontamiento basada en las emociones", asegura Tim Pychyl, profesor de psicología en la Universidad de Carleton en Ottawa, Ontario, a National Geographic, "no es un problema de gestión del tiempo; es un problema de gestión de las emociones", añade.
Un año después de que la OMS declarara pandemia global, es probable que el confinamiento y la incertidumbre de no saber cuándo acabará la pandemia, dejen que la procrastinación gane la batalla en nuestros cerebros.
LO QUE DEBES SABER
Según NatGeo, cuando las emociones intensas como la ansiedad y el miedo se vuelven abrumadoras, el sistema límbico impulsivo aún puede ganar. Y es entonces cuando postergamos las tareas más sobrecogedoras a cambio del alivio temporal que ofrece un maratón de una series o algún challenge de TikTok.
Y es que los expertos que estudian la procrastinación la definen como el retraso voluntario de un acto previsto a pesar de que sabemos que postergar la tarea será peor a largo plazo. Sabemos que la tarea no va a desaparecer, pero a veces permitimos que nuestras emociones nos dominen. Nuestro 'yo presente' es el que da las órdenes y nuestro 'yo futuro' es el que sufre por ello.
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Leer másA veces, el sistema límbico se denomina cerebro paleomamífero, ya que sus componentes están involucrados en nuestras adaptaciones de supervivencia más básicas. Controla comportamientos básicos como la respuesta simpática (conocida también por el calco -reacción de lucha o huida-), así como la emoción y la búsqueda de placer. El sistema límbico suele estar vinculado a los comportamientos impulsivos y al deseo de la gratificación inmediata.
La corteza prefrontal evolucionó más recientemente; los científicos estiman que fue hace entre 19 y 15 millones de años. Es responsable de comportamientos más complejos como la planificación para el futuro, algo que probablemente benefició a nuestros antepasados a la hora de coordinar cacerías para capturar presas grandes y construir civilizaciones.
EL TELETRABAJO
"La necesidad de distanciamiento social y de quedarnos en casa ha desbaratado nuestra capacidad de hacer las cosas que facilitan que no nos distraigamos de nuestra tarea", como mantener un horario regular y establecer espacios separados para fines específicos, explica Julianna Miner, profesora adjunta de salud global y comunitaria en la Universidad George Mason en Virginia, Estados Unidos, y autora de Raising a Screen-Smart Kid: Embrace the Good and Avoid the Bad in the Digital Age.
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Leer másSi las personas están procrastinando más, Miner culpa al aumento del teletrabajo y la educación a distancia, que crean dificultades para diferenciar los espacios de trabajo y de relajación, así como a la incapacidad de dividir nuestro tiempo de trabajo y ocio. "La falta de estructura resulta muy perjudicial para las personas que tienen dificultades con la procrastinación", afirma.
Procrastinación a la hora de dormir
Se trata de un término acuñado en un estudio del 2014 por investigadores sanitarios de la Universidad de Utrecth, en los Países Bajos. En este tipo de procrastinación, las personas postergan la hora de acostarse para disfrutar del tiempo de ocio. Los usuarios chinos de redes sociales la renombraron "procrastinación a la hora de dormir en venganza" o "desvelo en venganza" en el 2020 —que se refiere a vengarse de la jornada laboral quedándonos despiertos para divertirnos— y el término se hizo viral en Twitter.
Un estudio del 2019 en la revista Frontiers in Neuroscience sugería que, en particular, las mujeres son propensas a la procrastinación a la hora de dormir, un problema que ahora podría verse exacerbado por las exigencias adicionales del tiempo de las mujeres durante la pandemia. Incurrir de manera crónica en este comportamiento puede tener consecuencias graves cuando la falta de sueño crea problemas de salud tanto físicos como mentales.