¿Qué es el Síndrome de ASIA y cuáles son sus implicaciones en la salud?
La explantación mamaria es una decisión que puede tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de las mujeres
Celebridades como Pamela Anderson y Amada Rosa Pérez han sido muy transparentes al compartir su decisión de retirarse por completo los implantes mamarios. Si bien en su momento la cirugía estética les brindó importantes beneficios económicos, ambas enfrentaron los efectos de una enfermedad que apenas comienza a ser reconocida: el síndrome de ASIA.
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Leer másEste trastorno, vinculado a implantes de biopolímeros, está siendo cada vez más estudiado por los médicos, quienes confirman que puede provocar consecuencias devastadoras en quienes lo padecen. Su explantación está respaldada por numerosos testimonios que confirman sus beneficios.
La creciente tendencia de explantaciones mamarias refleja un cambio en las prioridades de muchas mujeres, que ahora buscan mejorar su salud y bienestar por encima de estándares estéticos.
Síndrome de ASIA
El síndrome de ASIA (Síndrome Autoinmune/Inflamatorio Inducido por Adyuvantes) es una condición identificada en personas expuestas a sustancias adyuvantes, como silicona o ciertos materiales en dispositivos médicos. Estas sustancias pueden desencadenar una respuesta inmune anormal, causando síntomas variados como fatiga crónica, dolores musculares y articulares, insomnio, pérdida de memoria y sequedad ocular, entre otros. Aunque el síndrome puede manifestarse de manera diferente en cada individuo, su común denominador es la inflamación persistente y la disfunción del sistema inmunológico.
Este síndrome fue descrito por primera vez en 2011 por el inmunólogo israelí Yehuda Shoenfeld, conocido como el "padre de la autoinmunidad". Shoenfeld notó un patrón recurrente en pacientes que presentaban síntomas autoinmunes tras la exposición a adyuvantes, lo que lo llevó a proponer este nuevo término. Su trabajo ha sido fundamental para sensibilizar a la comunidad médica sobre los riesgos potenciales asociados con ciertos implantes y vacunas que contienen adyuvantes, impulsando más investigaciones sobre sus efectos a largo plazo.
El doctor Celso Villacreses, especialista en medicina interna y reumatología, con una maestría en enfermedades autoinmunes, señala que el síndrome debe considerarse en ciertos tipos de pacientes con manifestaciones clínicas autoinmunes complejas y de difícil diagnóstico y manejo. Este grupo incluye no solo a quienes son portadores de prótesis de senos, sino también a quienes han recibido ciertas vacunas (como HPV, COVID-19 o influenza), poseen mallas de polipropileno, han utilizado aceites minerales, o se han sometido a inyecciones de bioimplantes estéticos como ácido hialurónico, metacrilato, poliacrilamida, entre otros. También incluye casos con implantes metálicos utilizados en cirugías ortopédicas, dentales o dispositivos anticonceptivos, todos los cuales tienen propiedades inmunoestimulantes que pueden desencadenar reacciones autoinmunes.
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Leer másEl doctor Villacreses indica que hay que realizar una historia clínica completa del paciente, indagando sobre antecedentes personales, familiares, alérgicos, procedimientos quirúrgicos, vacunación y medicación. “Esto es sumamente importante en el contexto de las manifestaciones clínicas, para poder evaluar si tienen relación con la sintomatología”. Además añade, “se hace difícil reconocer el síndrome, cuando se enfoca el diagnóstico solo en las manifestaciones clínicas, sea una artritis reumatoide o cualquier enfermedad inflamatoria intestinal. Existen unos criterios de clasificación que incluyen manifestaciones clínicas y las alteraciones inmunológicas, que nos ayudan a confirmar la presunción diagnóstica del Síndrome de ASIA”.
Casos exitosos
El cirujano plástico Juan Fernando Saldarriaga, de Medellín, Colombia, ha llevado a cabo más de 450 explantaciones de prótesis en los últimos tres años. Aunque al principio tenía dudas sobre cómo quedarían las pacientes tras la operación, con el tiempo ha reconocido los efectos adversos que estos dispositivos pueden provocar en la salud. “No es fácil tomar esa decisión, pero yo he visto a todas las pacientes contentas con los resultados. A la mayoría les queda una cicatriz pequeña en el surco mamario”, afirma.
La primera paciente que pidió que retirara los implantes no mostró ninguna preocupación por el resultado estético. El doctor recuerda cómo fue honesto con ella: "Nunca lo había hecho, solo había cambiado implantes, pero nunca los había retirado por completo". Curiosamente, fue él mismo quien años atrás se los había colocado, pero esta vez regresó convencida de que eran la causa de sus problemas de salud. Seis meses después de la explantación, el doctor se puso en contacto con ella y recibió una noticia inesperada: estaba embarazada de un niño. La segunda paciente fue su esposa, Ana.
El médico afirma que, en su práctica, "casi el 95 % de las pacientes empiezan a aliviarse de síntomas como insomnio, fatiga, migrañas, dolores musculares, pérdida de memoria, caída de cabello, ojos secos y alergias" tras la explantación. Además, recuerda el caso de una paciente con dolores de cuello de más de seis años: "Al día siguiente de la operación, sus dolores desaparecieron. No se puede explicar cómo una patología de tantos años se alivia en un día".
Además, relata el caso de una paciente con cáncer de mama unilateral, quien tenía un implante en un solo lado. Tras la explantación, cree firmemente que al reducir el tejido mamario del lado sano logró minimizar el riesgo de cáncer en el futuro. Además, advierte: “las mujeres quedan como eran antes, sin deformidades ni hundimientos, demostrando que la belleza y la salud pueden ir de la mano".
Migración de la silicona
El doctor Saldarriaga ha constatado que el síndrome de ASIA es una realidad palpable en muchos casos. Explica que, aunque los implantes suelen estar en buen estado, la envoltura se vuelve porosa con el tiempo, permitiendo que partículas de silicona migren al torrente sanguíneo. Este proceso activa el sistema inmunológico, provocando una respuesta inflamatoria prolongada que puede derivar en una variedad de síntomas.
El cuerpo lucha durante un largo período, que puede ser de 8, 15 años o más, dependiendo de la persona. "Es cuestión de tiempo para que el cuerpo se sienta mal. El sistema inmune pelea durante años hasta que el organismo se cansa, y es ahí cuando aparece la enfermedad", señala. Según el cirujano, esta condición puede causar hasta 100 síntomas diferentes, algunos de ellos clasificados erróneamente como fibromialgia, lupus o síndrome de Sjögren.
Por último, concluye que "muchas mujeres han tomado conciencia", subrayando la importancia de informar y educar sobre los riesgos y beneficios de los implantes mamarios.
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