Síndrome de Intestino Irritable: Más común de lo que parece en Ecuador
Más allá de los síntomas digestivos, esta condición altera la vida social y emocional de quienes la padecen.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es una condición que afecta al 25% de la población adulta en Ecuador, con una prevalencia mayor en mujeres jóvenes. Se caracteriza por dolor abdominal, hinchazón y alteraciones en los hábitos intestinales, como diarrea, estreñimiento o ambos. Aunque no tiene una causa exacta, se ha demostrado que factores como la alimentación, el estrés y la microbiota intestinal influyen en su aparición.
Más allá de los síntomas físicos, el SII impacta la vida social y emocional de quienes lo padecen. Muchas personas evitan reuniones, viajes o incluso eventos laborales por miedo a sufrir molestias digestivas. “El SII no es solo un problema digestivo, sino una condición que puede afectar la rutina diaria y la salud mental de los pacientes”, explica el Gregory Celis, especialista en gastroenterología.
Tomar hábitos saludables es fundamental
El tratamiento del SII se basa en cambios en el estilo de vida. Se recomienda una dieta equilibrada, evitando alimentos que generen inflamación, como los ultraprocesados y las grasas saturadas. Además, el manejo del estrés es fundamental, ya que la conexión entre el intestino y el cerebro juega un papel clave en la regulación de los síntomas.
A pesar de la alta prevalencia del SII, el desconocimiento sobre la enfermedad sigue siendo un problema. Muchas personas normalizan los síntomas o buscan soluciones caseras sin consultar a un especialista. Esto retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuado, afectando aún más la calidad de vida del paciente.
Estar informados es clave en la sanidad
Es necesario fortalecer la educación sobre el SII y mejorar el acceso a especialistas en salud digestiva. La concienciación permitirá que más personas reciban un diagnóstico temprano y adopten estrategias efectivas para controlar sus síntomas. “El primer paso para manejar el SII es conocerlo y entender que existen soluciones”, concluye el Celis, experto de Laboratorios Bagó.
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