Adelgazar como Adele, ¿sí o no?

En 2020, la cantante Adele sorprendió al mundo con su nueva y escultural figura. Increíblemente había bajado más de 40 kilos de peso, debido a la dieta sirtfood, un régimen alimenticio que es uno de los favoritos entre las celebridades de Europa como Kate Middleton y su hermana Pipa Middleton.

¿En qué consiste?

La sirtfood o dieta de las sirtuinas, creada por los nutricionistas británicos Aidan Goggins y Glen Matten (2016), se basa en reducir la ingesta calórica (1.000 calorías, al principio) y aumentar el gasto energético con el ejercicio. Los pacientes disciplinados, como la cantante británica de 32 años, en 7 días perderán 3 kilos de peso o 7 libras a un costo de 2.000 euros por semana (2.424 dólares).

Durante el régimen se debe priorizar la ingesta de alimentos ricos en polifenoles que aumentan la actividad de las sirtuinas (bautizadas como sirtfoods), que son enzimas o proteínas que intervienen en la quema de grasa y regulan los procesos biológicos como el envejecimiento y la inflamación.

Entre los alimentos destacan los frutos rojos, el té verde, las uvas, el aceite de oliva, las nueces, té matcha, arándanos, cebollas, perejil, chocolate negro (85 %), café o vino tinto, nueces, trigo sarraceno. Además, se incluyen proteínas magras sin grasas saturadas como pavo, langostinos y salmón.

Un plan alimenticio que consta de 3 fases y tiene gran acogida entre los dietistas de Reino Unido, al punto que sus autores escribieron un libro sobre la dieta sirtfood que es un éxito.

Sin dudas, es meritorio que la cantante de 32 años haya tomado la decisión de bajar de peso para sentirse bien consigo misma pero sobre todo por razones de salud, pues sufría de obesidad mórbida y con ello el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, practicarla no es fácil, pues cambiar una dieta por tan pocas calorías, puede pasar factura más temprano que tarde. ¿Es realmente posible hacer la dieta sirtfood y lograr el cometido de bajar de peso sin perjudicar la salud? ¿Cuáles son los peligros de una dieta tan restrictiva? Dos expertas en nutrición nos hablan sobre sus pros y contras.

Martha Ríos: Es posible bajo control médico

Para la nutricionista Martha Ríos de Nofroni, la dieta Sirtfood puede cumplir con su cometido de pérdida de peso debido a que actúa sobre los sistemas que son responsables de maximizar la producción de energía. Su efectividad requiere un estudio exhaustivo relacionado con el estilo de vida, nivel de actividad física, masa muscular, edad y enfermedades concomitantes.

El éxito de este régimen alimenticio radica en 3 ejes: restricción calórica, dieta rica en polifenoles (que activan las sirtuinas) y ejercicio intenso.

Restricción calórica hace referencia al consumo mínimo de calorías acorde a sus necesidades, eso puede resultar en valores que van desde 1150 calorías en mujeres a 2000 calorías en varones. “Son valores que no deben recomendarse al azar sino previo cálculo de un especialista para no perjudicar la energía mínima, y mantener activos y en perfecto funcionamiento todos los procesos vitales del organismo”.

Otro punto a favor es la alimentación con alto contenido de polifenoles (que activan las sirtuinas) como el vino tinto, el chocolate negro, frutos rojos y vegetales de hojas verdes que se consumen en forma de bebidas detox, “combinaciones que se deben aprender a hacer limitando muchísimo la fruta licuada para evitar la inflamación”.

El ejercicio intenso es clave, “pero no necesariamente por largos tiempos, sino ejecutando lo que se conoce como alta intensidad en intervalos cortos, de 17 minutos al día”.

La clave para saber si la dieta está bien estructurada es la ausencia de hambre, reportada como la sensación de haberse satisfecho con la cantidad de comida, la presencia de alta energía y mayor concentración mental, recalca Martha Ríos.

Narcisa Zambrano: hacerla implica muchos riesgos

“A mujeres tipo Adele, con obesidad mórbida, no les recomendaría esta dieta de apenas mil calorías y mucho menos complementada con ejercicios tan extenuantes porque los riesgos son muchos. Desde hipoglicemia (baja de azúcar), anemias y desnutrición hasta hipotensión (presión baja), fatiga, calambres y falta de energía”, señala la médico nutrióloga Narcisa Zambrano, quien acota que la artista británica por su peso requería una dieta mínimo de 1.500 y 1.600 calorías.

Pero eso no es todo, aunque se privilegian alimentos sanos como los jugos verdes, sustancioso en polifenoles, no hay proteína de origen vegetal ni animal (en la primera fase), lo cual induce al cuerpo a sufrir de desnutrición mientras alcanza el peso adecuado. Una fase larga que puede durar entre una y cuatro semanas o más.

Además, hay pérdida de masa muscular, muy grave en personas de 50 años en adelante, lo cual conduce a la flacidez, pérdida de fuerza, y debilitamiento de los huesos, haciéndolos más sensibles a fracturas.

Cuando se pierde peso muy rápidamente existe el riesgo de formación de cálculos en la vesícula y riñón. También hay impacto a nivel estético, el pelo se cae y las uñas se resquebrajan. La piel se arruga porque la pérdida abrupta de peso, no le da tiempo al organismo de adaptarse a ese cambio.

Al ser una dieta restrictiva es muy difícil mantenerla, situación que puede llevar a la paciente a abandonarla y a que se produzca el llamado ‘efecto rebote’ o yoyo.

Además, hay un impacto emocional que torna a la persona muy nerviosa, inquieta e irritable.

A criterio de Zambrano la dieta ideal es aquella que se adapta a las necesidades de cada persona.

Las 3 fases del régimen

• 1. Se realiza por 3 días y consta de 1.000 calorías. Hay que tomar 3 veces al día un batido verde a base de col kale, rúcula, perejil, apio, jengibre, manzana verde, zumo de limón y té matcha. Y solo se hace una comida con alimentos ricos en sirtuínas.

• 2. Dura entre 4 y 7 días, de 1.500 calorías diarias. Se toman dos batidos acompañados de dos comidas a base de alimentos con enzimas sirtuinas.

• 3. Es la de mantenimiento y dura dos semanas. Es de 1.500 calorías y solo incluye un batido diario y tres comidas, en las que ya se incluye proteína animal (como pollo o pavo al vapor) y alimentos ricos en polifenoles.