¿Qué son las carillas dentales y por qué es peligroso ponérselas?

Las carillas dentales son unas finas láminas que se adhieren a la parte frontal de los dientes para mejorar su apariencia. Se utilizan principalmente para corregir imperfecciones como manchas, dientes desalineados o desgastados, o incluso para cambiar el tamaño y forma de los dientes. Estas carillas pueden estar hechas de materiales como porcelana o composite.

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El uso de carillas dentales ha ganado popularidad debido a su capacidad para transformar la sonrisa de manera casi instantánea. Sin embargo, antes de optar por este tratamiento estético, es crucial entender que no son una solución mágica ni sin consecuencias. Aunque ofrecen resultados estéticos muy atractivos, el proceso para colocarlas puede ser invasivo y requiere un compromiso a largo plazo para mantenerlas en buen estado.

Además, es importante destacar que no todos los pacientes son candidatos ideales para este tratamiento. Factores como la salud general de las encías, la estructura del diente y el tipo de mordida pueden influir en la idoneidad de las carillas. Consultar con un especialista en estética dental es esencial para evaluar si este procedimiento es el más adecuado y para comprender los cuidados necesarios para prolongar la vida útil de las carillas dentales.

Tipos de carillas y sus riesgos

1. Porcelana: Son las más duraderas y ofrecen un acabado muy natural, pero su proceso de colocación requiere la remoción de parte del esmalte dental. Esto hace que el procedimiento sea irreversible. Si la carilla se daña, es necesario reemplazarla, lo cual puede ser costoso.
2. Composite: Son más económicas y se pueden reparar fácilmente si se dañan, pero no son tan duraderas como las de porcelana. Además, tienden a perder brillo y cambiar de color con el tiempo, lo que puede resultar en un aspecto menos estético.

Peligros y efectos secundarios de las carillas dentales 

A pesar de los beneficios estéticos, las carillas dentales no están exentas de riesgos. Algunos de los problemas más comunes incluyen:

• Daño irreversible al esmalte: Para colocar las carillas, especialmente las de porcelana, se necesita eliminar parte del esmalte dental, lo que puede dejar los dientes más vulnerables a problemas futuros, como la sensibilidad dental.
• Caída o fractura: Las carillas pueden despegarse o romperse si no se cuidan adecuadamente, especialmente en personas que practican deportes de contacto o que tienen hábitos como morderse las uñas o usar los dientes como herramientas.
• Cambios de color: Las carillas de composite, a diferencia de las de porcelana, pueden cambiar de color con el tiempo debido a la dieta, el tabaco o una higiene bucal inadecuada. Esto puede resultar en una diferencia notable entre el color de las carillas y los dientes naturales.

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