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El botox tiene múltiples usos médicosFreepik

¿Cuáles son los usos terapéuticos de la toxina botulínica?

Esta sustancia combate de forma temporal diversos tipos de afecciones como hiperhidrosis, lagrimeo excesivo y bruxismo

Aunque la toxina botulínica es conocida principalmente por sus aplicaciones en el mundo de la estética, también ha revolucionado la medicina más allá de la lucha contra las señales de envejecimiento como las arrugas y las patitas de gallo. Desde su descubrimiento en la década de los 70 's, médicos en distintas ramas de la salud la utilizan para tratar algunas afecciones en hombres y mujeres de todas las edades. A continuación, SEMANA explorará algunos de sus otros usos alternativos.

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En la zona ocular

El oftalmólogo Ronald Lozada detalla que la toxina botulínica fue descubierta por el oftalmólogo Alan B. Scott y su función inicial fue tratar el estrabismo o desviación ocular. A partir de eso, su utilidad se ha expandido hacia otras enfermedades el área oftalmológica. A continuación, algunas de sus aplicaciones.

Lagrimeo excesivo

La epífora, también conocida como lagrimeo excesivo, se puede generar por el aumento de producción de lágrimas debido a las secuelas de una parálisis facial, a la obstrucción de la vía lagrimal o por causas genéticas. “El ojo seco es otra de las causas ya que, con los años, la lágrima envejece y al perder su capa de grasa, cuando sale se evapora rápidamente. Esto hace que la persona esté constantemente parpadeando y el ojo comience a llorar”, añade Lozada. Aunque para resarcir esta dolencia existe una intervención quirúrgica, el experto menciona que hay quienes optan por la aplicación de la toxina botulínica en la glándula del lagrimal para disminuir la producción excesiva de lágrimas de forma temporal.

Espasmos musculares

Se los identifica porque visualmente pareciera que el párpado tiembla al producirse un cierre repetitivo ya que existe una contracción involuntaria del músculo orbicular. “Es una afección benigna y se genera comúnmente por estrés, por beber excesivamente café o por no dormir bien”. Para tratarlo, se aplica la toxina botulínica en el músculo orbicular.

Lozada detalla que también existen otras enfermedades más graves que pueden causar la contracción del párpado haciendo que los pacientes no puedan abrir el ojo. “Suele pasar después de una parálisis facial porque al quedar secuelas, los nervios se recuperan de una forma no adecuada y la persona mantiene las contracciones en el rostro o en el cuello”.

Malposición de párpados

¿Alguna vez ha visto que alguien tiene las pestañas del párpado inferior hacia dentro y rozan la parte frontal del ojo? A esto se lo conoce como entropión y podría generar consecuencias a corto y a largo plazo para quienes lo padecen. “El constante roce de las pestañas con el ojo es muy incómodo, puede llegar a lastimar la córnea y en casos graves puede llevar a la ceguera”. Para contrarrestar esto, se coloca la toxina botulínica en zonas específicas del músculo orbicular para relajarlo y tratarlo de forma ambulatoria sin cirugía. Lozada añade que esté problema es más común en personas de la tercera edad.

Estrabismo

Se identifica cuando los dos ojos no se alinean en la misma dirección al mirar hacia un mismo lugar. La colocación de esta sustancia es más común en bebés o niños, pero también se puede realizar en personas mayores. “Se lo realiza más en bebés recién nacidos cuando no se los quiere someter a una anestesia general por mucho tiempo para una intervención quirúrgica. Para aplicarlo, se la ceda de forma leve y se pone la toxina botulínica. Esto ayuda a que se pueda restablecer la alineación de los ojos”.

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Orbitopatía tiroidea

Esta enfermedad ocular está asociada al hipertiroidismo y se reconoce porque los ojos tienen una apariencia hacia afuera. “El párpado brota, se retrae y la persona parece asustada”. En estos casos, la toxina botulínica ayuda a que disminuya la retracción del párpado, se cree una mirada más natural o si es necesario, cerrar todo el párpado”, dice Lozada.

En el resto del cuerpo

La dermatóloga María Belén Estrella, resalta que cada vez hay más personas que acuden a la consulta no solamente en búsqueda de la toxina botulínica para eliminar sus arrugas. La experta describe algunos de sus otros usos más comunes y aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos).

Hiperhidrosis

La toxina botulínica, para controlar la sudoración excesiva, se puede usar en las axilas, palmas de las manos y plantas de los pies. Su función es bloquear la actividad de los nervios simpáticos, responsables de estimular las glándulas sudoríparas. “Es importante conocer que la persona con un grado alto de sudoración, no dejará de sudar. Este procedimiento reduce el nivel, mas no lo elimina”, dice Estrella. Al hablar del mal olor, la doctora acentúa que, al atacar la hiperhidrosis, sí se alivia el mal olor ya que no hay exceso de sudor que se descomponga a causa de las bacterias normales de la flora de la piel (en el caso de las axilas).

Bruxismo

El bruxismo es un trastorno que se crea cuando, involuntariamente, la persona contrae los músculos masticadores en la noche, rechinando o apretando los dientes. Este acto constante, hace que el afectado sienta dolor o malestar en la zona mandibular; y es ahí cuando se coloca la toxina botulínica para relajar el músculo masetero (utilizado para la masticación). “Al aplicar la toxina mediante inyecciones, el paciente sentirá un alivio a su dolor, ya no se dañará la articulación temporomandibular y tendrá una mejor calidad de vida”, dice Estrella. En ciertos casos, también se aplica en el músculo de zona temporal del rostro porque también es un músculo que se contrae y puede ocasionar el bruxismo.

Extra: Migraña crónica

Entre las principales señales de una migraña crónica es cuando la persona tiene fuertes dolores de cabeza más de 15 días al mes. Una vez el neurólogo realiza el diagnóstico, es él quien inyecta la toxina botulínica en puntos específicos de la cabeza (como la sien, frente y cuello), relajando los músculos que contribuyen a la migraña. Esté procedimiento es una alternativa a las medicaciones orales.

Puntos claves a conocer

El efecto de la toxina botulínica es temporal y dura seis meses en promedio. Su aplicación es ambulatoria y una vez realizado el procedimiento, durante las próximas cuatro horas se recomienda no acostarse, hacer ejercicio, beber alcohol (puede causar vasodilatación), colocar cremas o hacer masajes en la zona tratada. Los resultados se aprecian a partir del tercer o cuarto día luego de su colocación. Luego de los 14 días, el paciente debe asistir a un control con el médico para revisar la zona y realizar algún retoque o ajuste en el caso de que lo requiera.

Lozada comenta que puede aplicarse a cualquier edad. Eso sí, añade que está contraindicada para personas con alergia a la albúmina del huevo, mujeres embarazadas o en lactancia, quienes estén tomando antibióticos aminoglucósidos o tengan alguna enfermedad que debilite los músculos (miastenia grave).

¿Se aplica con anestesia?

Ambos expertos indican que el dolor durante su aplicación es mínimo y posteriormente no existe ninguna molestia. Sin embargo, Estrella añade que si el paciente desea, se puede aplicar anestesia tópica en la zona. “El hielo y el uso de artefactos de vibración también ayudan a enmascarar la molestia”.

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