Sostenibilidad en la gastronomía: un camino hacia el futuro responsable

La sostenibilidad plantea retos y oportunidades para transformar prácticas culinarias hacia modelos responsables que respeten el medio ambiente, valoren a los productores locales y reduzcan el desperdicio.

La gastronomía, a nivel mundial, enfrenta retos de todo tipo, y uno de ellos es el tema de la sostenibilidad, un concepto que ya lleva algunos años dando vueltas en las cocinas de grandes y pequeños restaurantes. Su enfoque principal es realizar prácticas respetuosas basadas en el compromiso con el medio ambiente, en darle valor a los productores tanto en la agricultura, pesca y ganadería, en utilizar alimentos locales y de temporada y en reducir el desperdicio alimentario.

Actualmente, esta tendencia continua en auge e implica un desafío mayor en la operación de un restaurante, pero a su vez genera valor e incluso reconocimiento para quienes buscan no solo generar experiencias gastronómicas memorables, sino que además demuestren un compromiso con la salud y con el planeta.

Por ejemplo, en el 2020 apareció por primera vez la estrella verde Michelin. Este premio se otorga a los restaurantes que proponen una experiencia gastronómica que junte excelencia y eco responsabilidad, y es representado con un ícono en forma de trébol que busca reflejar compromiso con la naturaleza y la biodiversidad. De esta manera incluyen dentro de la guía de sus aclamadas estrellas a las iniciativas de los chefs que avanzan hacia cocinas más sostenibles.

Ejemplo de sostenibilidad: El Celler de Can Roca

En España uno de los pioneros en estas prácticas son los hermanos Roca con su afamado restaurante El Celler de Can Roca, quienes consideran que el tema de la sostenibilidad incluso está estrechamente relacionado con la preservación, no solo del entorno sino de las tradiciones culinarias y de los sabores autóctonos de cada país y de su memoria cultural. Hace algunos años en alianza con la empresa privada lanzaron el documental ´Sembrando el futuro´ cuyo objetivo era el de inspirar a los consumidores a adoptar hábitos de alimentación responsable.

Este concepto vale tenerlo muy presente porque son prácticas sumamente positivas para construir un futuro gastronómico responsable y consciente en nuestro país. Especialmente en la formación de las nuevas generaciones de cocineros para que puedan impulsar opciones innovadoras en sus cocinas que aporten a la escena local con buenos sabores, dinamismo y creatividad, pero de la mano de un modelo de gastronomía alternativo y ético.

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