Spa en la playa

Que sus visitas o vacaciones en la playa no sean solo para tumbarse sobre la arena a broncearse con el sol. Haga uso de los recursos que natura le da de forma gratuita, y retorne renovada a casa, como si hubiese estado en un spa. Estas son las recomendaciones que da Elizabeth Martillo, cosmetóloga y terapista física.

4 beneficios

• Pasee descalza. Se beneficiará de varias maneras: obtendrá un bronceado parejo y unos pies de seda. Al caminar descalza por la arena, adiós piel áspera o callosa, pues la arena es un exfoliante natural que le ayudará a eliminar las células muertas y dejar a sus compañeros de camino muy suaves. También la puede usar para suavizar sus manos y otras zonas del cuerpo.

• Baños de agua marina. El agua de mar contiene microorganismos que producen sustancias antibióticas, antimicrobianas y antibacterianas. Por eso, el contacto con el agua salada también tiene propiedades detoxificantes. Minerales como el cloruro de sodio, yodo y magnesio ayudan a hidratar y nutrir la piel. Además, tienen un efecto reparador.

• Active la circulación. Si padece de dolor, hinchazón y sensación de pesadez en sus piernas, deje que las olas rompan en sus pantorrillas para estimular la circulación sanguínea. Al poco tiempo va a sentir que las molestias desaparecen y que sus extremidades superiores se tornan más livianas y ágiles.

• Contra el acné leve. En casos de acné, las propiedades antibacterianas de la sal marina y el efecto secante del sol (siempre con protección) actúan como agentes de limpieza y ayudan a que paulatinamente desaparezcan los granitos de la cara.

Tenga presente

• Protección solar. Proteja su piel de la radiación solar. Aplique FPS media hora antes de salir de casa y reaplique cada dos horas y después de cada baño.

• Hidrátese con agua natural, y aproveche para beber agua de coco. Su gran cantidad de vitaminas naturales, enzimas, aminoácidos y antioxidantes hacen de esta fruta un antídoto contra el envejecimiento. Asimismo, previene el cáncer y otras enfermedades graves.

• Dúchese. Al llegar a casa, dese un baño para quitarse la arena y sal de la piel; luego úntese un aftersun o loción hidratante para refrescarla, y siga con su ritual de cuidados.