
Teléfonos plegables: ¿el futuro de las interfaces o un fracaso anunciado?
¿Podrían los teléfonos flexibles convertirse en la revolución del mercado de smartphones o están condenados al fracaso?
Fuente: Unsplash
Desde hace un par de años parece ser que la telefonía móvil ha llegado a un techo tecnológico con respecto a innovación, siendo el principal atractivo de los nuevos terminales su integración con funciones de IA. Sin embargo, hay una innovación que, aunque tiene ya varios años, parece no haber tomado vuelo todavía.
Se trata de la tecnología de las pantallas plegables, las cuales, de momento, no han sido un gran éxito comercial. Existen diferentes problemas: incompatibilidad con ciertos sitios webs, pantallas rompiéndose por el flex y dobleces visibles y bastante feos. ¿Podrían los teléfonos flexibles convertirse en la revolución del mercado de smartphones o están condenados al fracaso?
Diferencias entre teléfonos plegables
Antes de adentrarnos en el tema, es necesario establecer cuáles son las diferencias entre las modalidades de teléfonos plegables y desplegables actualmente en el mercado. Si bien existe una variedad amplia, podemos organizarlos en al menos dos grupos. Estos grupos en su momento fueron introducidos por Samsung, y otras empresas han replicado la fórmula:
Los modelos tipo Fold son teléfonos desplegables que, al sacarse de la caja, tienen la forma de un teléfono normal de 6,67 pulgadas aproximadamente, pero que puede desplegarse una o dos veces su tamaño convirtiéndose en una tablet. El ejemplo más moderno es el Samsung Galaxy Z Fold6.
Por su parte, los teléfonos tipo Flip son aquellos que, al sacarlos de la caja, tienen la forma de un teléfono normal, al igual que el anterior, de unas 6,67 pulgadas, pero que pueden doblarse sobre sí mismos dejando una pantalla externa de 3,40 pulgadas aproximadamente.
El ejemplo más moderno es el Samsung Galaxy Z Flip6, usado por influencers como Mr Beast para promociones.
Otras marcas han replicado estas fórmulas con sus propios estilos y nombres distintos, pero en esencia esta es la gran innovación introducida por Samsung en el mundo de la telefonía móvil.
Una tecnología fascinante con serios problemas
Hasta ahora, los teléfonos plegables han tenido siempre problemas similares. No obstante, las empresas siguen apostando por esta tecnología que, según dicen, revolucionará la forma en que nos relacionamos con el mundo digital. Este año se lanzaron diferentes modelos plegables en diferentes marcas, como el Samsung Galaxy Z Flip6, el cual puede plegare a la mitad para descubrir una pantalla externa de 3,2 pulgadas. Completamente extendido tiene una pantalla Super AMOLED de 6,7 pulgadas.
Otros modelos de teléfonos pueden desplegarse en una tablet de 7,6 pulgadas, como el Samsung Galaxy Z Fold6. Estos modelos tienen una gran potencia y características de gama alta, pero también problemas de sobrecalentamiento y la batería se queda muy corta. Sin embargo, este no será el único problema a resolver si estos teléfonos se masifican y llegan a la gama media. También empresas como Xiaomi y Motorola han sacado modelos plegables atractivos y con diferentes prestaciones.
Desafíos para el mundo digital
La masificación de estos teléfonos podría convertirse en un problema para ciertas páginas webs y aplicaciones. El problema no serán tanto los modelos Fold, ya que los sitios responsivos pueden adaptarse bien a las pantallas tipo tablet. Sin embargo, las pantallas tipo Flip obligarán a muchas empresas a reacondicionar sus sitios.
La industria de los juegos móviles, como “Call of Duty Mobile” o “Genshin Impact”, de plano no son, en su mayoría, compatibles con pantallas táctiles de 3,4 pulgadas, debido a la forma en la que se controlan. Aunque esto no debería ser un problema debido a que la pantalla principal es de tamaño normal, muchas empresas podrían querer adaptar modos de juegos para la pantalla externa de estos teléfonos.
Por su parte, portales de casinos online como VidaVegas, entre otros, cuentan con sitios responsivos capaces de adaptarse a distintos tamaños de pantalla, pero algunos juegos de casino específicos deben recortar funcionalidades o condensar mucho sus interfaces para caber en una pantalla de smartphone. Por ello, para una pantalla de 3,4 pulgadas, deberán condensarse incluso más, lo cual podría generar nuevos problemas.
Otra industria que podría tener algunos inconvenientes es la del streaming, principalmente con los modelos de pantallas externas de los teléfonos Flip. No todos los contenidos podrán ser vistos desde ellas y requerirán que se despliegue la pantalla. Por otro lado, el formato de las redes sociales podría necesitar ajustarse, para ser apreciables también en pantallas más pequeñas.
Es quizás por este motivo que para la mayoría de los usuarios que comprarían un teléfono
plegable, les convendría más usar un teléfono del tipo Fold, es decir que se convierta en una tablet, ya que es mucho más útil para la vida diaria que el modelo Flip. No obstante, en algunos casos podrían presentarse problemas o bugs al pasar de una pantalla de smartphone a una de tablet de repente, lo cual podría causar molestias entre los usuarios, pequeños detalles que deberán corregirse con el tiempo.
Conclusión
Si bien la tecnología de las pantallas flexibles puede aportar múltiples y novedosas utilidades a los teléfonos, tablets o incluso laptops, existen retos que todavía no se han asumido en cuanto a la optimización de los sitios webs o las aplicaciones. Una vez que estos modelos lleguen a la gama media, los problemas de compatibilidad deberían estar solucionados. Sin embargo, resta solucionar problemas relacionados con la capacidad de la batería y el sobrecalentamiento, para encontrar la forma de mejorar la durabilidad de las pantallas para que estos modelos sean viables en la cotidianidad.