Teletrabajo, puertas adentro
Cuatro ejecutivos comparten sus experiencias laborales en época de confinamiento. Entreténgase con estas historias.
La crisis sanitaria ha cambiado la forma de trabajar de muchas personas, quienes desde sus casas procuran cumplir con normalidad sus tareas. Bueno, es lo que quisieran, pero lidiar con el trabajo y la familia no es tan fácil. A veces, sus videoconferencias o reuniones Zoom han sido interrumpidas por sus pequeños hijos o por sus consentidas mascotas.
Son gajes del teletrabajo, una vieja forma de trabajar en casa, mas una experiencia nueva para los ecuatorianos, en la que no han faltado momentos inusuales, divertidos y de humor.
Juan Carlos Salame: Mini partidos de fútbol
Lograr una mayor convivencia familiar es uno de los regalos que el teletrabajo le ha dado a Juan Carlos Salame, vicepresidente corporativo de CrecosCorp. Almorzar junto a su esposa (Ana María) e hijos (Juan Ignacio, Ernesto y Rafael) es un lujo al que no tenía acceso anteriormente. Ahora en la nueva rutina, durante los pequeños descansos, entre reuniones, aprovecha para pasar más tiempo con los niños. “Con el menor (Ernesto) tenemos pequeños partidos de fútbol en la sala, donde el ‘primer tiempo’ es en el break de la mañana y el ‘segundo tiempo’, durante el break de la tarde. ¡Él siempre gana!”, menciona.
Meditar es otra pequeña costumbre que ha implementado (la practica usando el tiempo que le tomaría manejar de su casa hacia el trabajo) y procura cerrar el día con ejercicio o viendo alguna serie junto a su esposa.
Juan Carlos asegura que uno de los mayores aprendizajes que le han dejado estas semanas son: “valorar el contacto humano con familiares y amigos; y que en ocasiones la única manera de ejecutar cambios positivos en el aspecto personal o laboral, es cuando nos quedamos sin el plan A”.
Jimena Babra: Imagen impecable, siempre
Jimena Babra es la directora de Comunicación y Gestión Estudiantil de la Universidad Casa Grande, y justamente no poder realizar las actividades académicas personalizadas ha sido lo más difícil de este confinamiento, pero lo ha superado haciendo uso de las herramientas tecnológicas y de su buen humor.
Lo primero que hizo fue acondicionar su oficina en el cuarto de su hija (que estudia una maestría en el exterior) que es confortable, cálido y tranquilo, ideal para poder concentrarse en sus tareas laborales. Anhelado silencio que en algunas ocasiones se vio interrumpido por sus tres mascotas que como “diablos en botella” una vez sueltas, ladraban, corrían de un lado a otro o se trepaban en su falda. Sin parar de reír revela que Rambo, el más malcriadito, un Yorshire Terrier de 10 meses, curioso, asomaba su cara en la pantalla del computador y se quedaba contemplando.
A la hora de teletrabajar, dice, hay que ponerse horario, y cuidar la imagen, por eso ella luce ‘digna’ de la cintura hacia arriba con su cabello prolijo, maquillaje, blusa y saco impecables. “Así ante una llamada inesperada no tendrás que fingir diciendo uy, espera, algo pasa, la señal está pésima, mejor apago la cámara, y dejas solo en audio porque claro, no quieres que te vean despeinada, con lagañas o aún en pijama” (no para de reír).
Admite Jimena que estos son gajes del oficio de los primeros días y que le han puesto la nota de humor, tan necesario, en tiempos de aislamiento, pero que luego ella junto a su esposo e hijo (quienes también están conectados en casa) se organizaron y respetan sus espacios.
Estefanía Raad: Trabajar en casa, un reto difícil
Confinamiento: Momento de rescatar los juegos tradicionales
Leer másCompaginar trabajo en casa con una hija de un año no ha sido fácil para Estefanía Raad, gerente de Comunicación de Banco Guayaquil, aun cuando esa tarea ha sido compartida con su esposo, quien también labora remotamente. Para cumplir a cabalidad con sus deberes se turnan. Así, mientras el uno labora el otro cuida, entretiene y juega con Anarella. “Lo más inusual que ha hecho la pequeña es querer ser parte de las videollamadas”.
Del lado profesional, ha trabajado desde casa sacándole el máximo provecho a las herramientas digitales, y así mantener la comunicación con clientes y colaboradores 24/7. Recuerda gratamente el primer evento online, entre los más de 2 mil colaboradores y los directivos del banco. “Este trabajo fue coordinado de manera remota mediante videoconferencia y llamadas con el equipo, cada uno desde su casa”. Esta crisis nos ha cambiado a todos, dice, “ahora, estamos mucho más conectados con nuestros seres queridos y eso es algo que debe permanecer”.
Jorge Fayad: La tentación por los snacks
Para Jorge Fayad, gerente de compras de Pycca, las jornadas de oficina con trajes formales se convirtieron en días de comodidad, al trabajar en casa con bermudas y camisetas. “Ya no me acuerdo lo que es ponerme pantalón y zapatos de suela”, cuenta mientras ríe.
Reconoce que una de la tentaciones en casa que aún no logra dominar, es la de levantarse cada media hora a buscar un snack. Y que una de las anécdotas más chistosas es que en más de una ocasión, sus hijos (Jorge y Ariana) han aparecido atrás de él en las videoconferencias y se han convertido en los protagonistas de la reunión.
Después de su jornada laboral, Jorge procura darle tiempo de calidad al hogar: riega las plantas, ve películas, cocina y disfruta más la sobremesa del almuerzo porque no tiene que salir apurado. Reconoce que esta etapa ha sido una sacudida para la vida empresarial y la dinámica familiar y social; pero también ha aprendido a valorar muchos aspectos cotidianos: “Desde ahora estoy mas consciente de mi salud y la de mi familia, la planificación personal, laboral y la capacidad de adaptación”, puntualiza.