Pintor
Roberto Jiménez dialoga con el público sobre el sentido de sus obras.Cortesía

Testimonios del inconsciente

Roberto Jiménez lanzó capas de pintura al azar y allí descubrió unos rostros atemorizantes. Su exposición está abierta al público en el Nahim Isaías

Roberto Jiménez es biólogo, investigador y artista, por eso no resulta extraño verlo dibujando sobre la flora, como lo hizo en la muestra ‘Árboles y plantas de Guayaquil’. Lo que sí sorprende, incluso a él, es una nueva etapa que emergió al inicio de la pandemia y que, reconoce, a veces lo atemorizó.

“De repente me encuentro echando capas de pinturas al azar y veo allí unas caras horribles que me asustaban y que en algún momento hasta las borraba. Fui educado en colegio religioso, así que sí creo que existe el diablo, además viví mucho tiempo en el campo. Allí te cuentan de los aparecidos”, recuerda.

En sus creaciones descubría rostros aislados, unidos o sobrepuestos, terroríficos, amenazantes, algunos con rasgos y cuerpos zoomórficos, riéndose, burlándose...

Obra
En las obras, el artista y su público descubren seres extraños.Cortesía

Pero no todo era atemorizante. Comenzaba a ver de pronto otras caras de expresión amable, como la de un individuo que está de perfil, mirando al que lo observa, sonriendo. Él le aclaraba el fondo para que resaltara un poco más ese perfil.

Llegó a pensar que lo que le ocurría podría ser una perturbación psicológica, producto del encierro por la pandemia y de una serie de eventos que ocurrían en su entorno. Pero un día llegó a su casa su yerno Gabriel Chérrez y le dijo que aquello era producto de la ‘Pareidolia’, un fenómeno psicológico con el que la mente identifica formas donde aparentemente no las hay.

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Por eso la muestra que se presenta en el Museo Nahim Isaías tomó precisamente ese nombre: ‘Pareidolia: testimonio del inconsciente’. “Es una muestra interesante, porque cuando la gente se acerca a las obras encuentra rostros y cabezas que él tampoco había visto, calaveras, como especies de monstruos, manos...”, dice Cuty Espinel, responsable del museo. Asegura que esta exposición es para el artista un desahogo en tiempos complejos.

La exposición estará abierta al público hasta el 4 de noviembre de 2021.