Estefanía Borja: Entre el servicio, la fe y la música
Emprendedora, resiliente, alegre y sensible, así es la doctora y conferencista, cuya receta principal es extender la felicidad.
Viene de una familia de médicos. Nació en un mundo lleno de ciencia y estudio, pues es hija de los doctores Francisco Borja (cirujano plástico) y María Isabel Ponce (especialista en la piel). “Siempre los vi curando y ayudando a las personas. Para mí era maravilloso, pues los consideraba como una especie de magos. La gente entraba al consultorio con su carita triste y cuando salía tenía otro semblante, en 30 o 40 minutos hacía efecto la ‘magia’. Yo decía, mi mamá prepara brebajes, unas mezclas, que eran las vacunas”. Tenía unos 5 o 6 años, y a esa edad acompañaba a su madre al trabajo (su mejor plan), por lo que es de imaginarse que jugaba con sus muñecos al doctor. Su progenitora le regalaba inyecciones sin aguja y ella ‘sanaba’ a sus juguetes. Afirma que siempre asoció sanidad con felicidad. Y ya al crecer... se da cuenta que no eran polvos mágicos, sino ciencia.
Más allá del conocimiento
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Leer másEstefanía no es solo de las que evalúa, receta y ya, se permite conocer a su paciente, más allá de su historial clínico, saber cómo está, ‘le gusta prestar su oído’, eso la nutre. Nunca olvida las atenciones que recibió de parte de sus pacientes de escasos recursos, durante su internado en el hospital general Doctor Liborio Panchana Sotomayor (Santa Elena), quienes llevaban pescados, frutas, etc. Un intercambio de amor entre ellos.
Servir con educación
Confiesa que ha recibido tanto (emocional y espiritualmente), que siente que debe devolverlo, no por obligación o conveniencia (’doy y recibo’), es parte de su esencia. Dentro de sus planes, no muy lejanos está: crear una fundación, a través de la cual ayude a bachilleres que sientan inclinación por la medicina y brindarles todas las facilidades para formarse, debido a que la carrera es muy cara. Aparte desea montar su clínica de cirugía plástica y medicina estética, con jornadas médicas y científicas, capacitación a galenos y más. Ambos proyectos los tiene mentalizados con su actual pareja, David Pedreño, biólogo humano, especializado en biomedicina y conferencista.
De igual manera, quiere seguir los pasos de su padre y escribir libros científicos, pues para ella de nada sirve tener conocimientos si no se los comparte.
La fe ante todo
Pese a ser una mujer que ama la ciencia, considera que antes que ella está la fe. Cree mucho en Dios, Jesús, la Virgen María y su advocación a la Guadalupe. Revela que ha recibido varios milagros, entre ellos la sanidad de una tía, a quien le detectaron cáncer en el páncreas, uno de los más agresivos que existe. Sin embargo, ella y su familia (a la cual cataloga como un puño, por la unidad) ofrecieron misas y oraron. “En cinco días esa masa desapareció”.
Un cántico de amor
El arte también es parte de su vida. Canta y pinta de manera innata, pero estudió piano (por 10 años) en el desaparecido Rimsky Korsakov. Sin embargo, confiesa que cantar es su pasión. Su voz ha sido parte de la campaña de una telefónica. Es más, mientras estudiaba medicina fue ‘tentada’ por un productor argentino para grabar canciones, pero puso todo en la balanza (con la ayuda de sus padres) y se dio cuenta que lo puede mantener como pasatiempo y más le movía servir desde la salud. Por lo que empleó su talento en sus pacientes, sí, cantarles estaba dentro de la ‘receta’. “Me iba al Luis Vernaza, a cuidados intensivos, a cantarles y algunos mejoraban. Soy una fiel creyente de que la música cura”.
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Leer másSu ahijada
Es otro de los grandes regalos recibidos. Tiene 7 años y se llama Gianelda. La conoció cuando tenía cinco meses de edad. La iban a operar de sus pies, pero Estefanía le hizo la ‘guerra’ al médico encargado, pues no veía necesaria la intervención, es más, era riesgosa. Como estudió su caso, propuso otra alternativa, sin cirugía, y la pequeña se sanó, caminó y su madre le hizo una camiseta que decía: ‘¿Quiere ser mi madrina?’ De esta forma le hicieron la petición, de la cual se siente honrada.
Accesorio con mensaje
Gusta mucho de la moda. Se declara fan del trabajo de Fabricio Célleri. Y como es una viajera empedernida (por capacitaciones y placer), siempre lleva en la maleta vestidos, carteras y tacones o plataformas, sus preferidos. Define su estilo como clásico con toques modernos. Entre sus accesorios favoritos está una tobillera de plata, herencia de su madre, quien se la dio cuando tenía siete años. Esta tiene un gran mensaje. “Cuando la miro sé que nunca hay que perder la parte humana. Se puede volar, pero siempre un pie en la tierra. Yno hay que dejarse impresionar por las riquezas o lo fashion”.
Dentro de sus cuidados de belleza está ejercitarse en el gimnasio, comer balanceado, hidratarse, usar bloqueador, pero sobre todo decidir ser feliz. Una receta que aplica en su vida con importantes y positivos efectos secundarios.
Personal
- Nació el 14 de diciembre de 1987, en Río de Janeiro, Brasil.
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Leer más- Es especialista en medicina estética, envejecimiento fisiológico y ginecología estética, en la Universidad de Barcelona. Estudió medicina en la Universidad UEES.
- Actualmente es speaker de Fotona, la empresa líder en láser médico. Capacita a galenos en nuevas tecnologías.
- Admira a sus padres y al doctor Ramón Vila Rovira.
- Conoce cerca de 72 países, de todos los continentes. Habla portugués, español, francés, italiano, inglés y un poquito de japonés.
Cada día me levanto y elijo ser feliz. Pensar y actuar de forma positiva y no permitir que personas malgeniadas me contagien o afecten.