Sonnia Orellana: Su trabajo habla por ella
La arquitecta de interiores guayaquileña se describe como una persona de perfil bajo, apasionada por su familia, el tenis y su carrera.
Creció rodeada de muebles, obras y planos, pues su madre, Sonnia Auad, es diseñadora de interiores y su tío, Miguel Ángel Auad, arquitecto. Para ella esos ambientes eran tan comunes.
En su niñez pintaba evidenciando buen gusto y estética, que le sirven hoy en su profesión. Sin embargo, el arte quedó relegado por el tenis, una de sus grandes pasiones, llegando a ser la séptima en el ranking sudamericano, cuando tenía entre 14 o 15 años. Más que ganar competencias (que tuvo varias, entre ellas campeonatos nacionales en diversas categorías 14-15 y 18 años) lo que más ganó fueron cualidades:responsabilidad, perseverancia y disciplina. Que actualmente se están sembrando en su pequeña Denisse, de 11 años, quien también ama este deporte.
Sonnia le agradece tanto al tenis no solo porque formó su carácter, sino porque por medio de él obtuvo una beca completa en la universidad, estudiando Arquitectura de interiores, que abarca ambas carreras. Por lo que su trabajo no solo se ciñe a la decoración, también implica tumbados, desniveles, molduras, acabados, todo lo que tiene que ver con interiores y fachada, redistribución de ambientes, planos y más.
Admite que en ocasiones hace de psicóloga al mediar entre parejas, pues uno tiene un gusto diferente al otro y le toca poner punto medio.
Premio internacional
A finales del 2018 le llega una gran sorpresa, que no le cayó del cielo. Gana la categoría de mejor diseño de interior de residencias en el concurso ‘American Property Awards’, propiedad de la revista londinense ‘International Property & Travel’, suplemento de bienes y raíces de lujo. Para participar tuvo que documentar su obra (planos, renders, dibujos y fotos del trabajo terminado). Fue la ganadora de la región sudamericana.
Luego del galardón surgen los clientes internacionales y conexiones con profesionales de otros países. Solo manda el render (boceto digital) y en el país que lo solicitan lo ejecutan.
Siempre activa
Por motivos de trabajo, su agenda está copada, pero se da tiempo para estar con su familia. Dice que algunos la califican como ‘workaholic’ (trabajólica), pero ella se reconoce apasionada. Es muy natural en ella ir a un lugar y analizarlo. “Mi esposo dice, ya te pusiste a analizar esto no va aquí, por qué lo pusieron acá, esto está desbalanceado”.
Su estilo es... no ‘casarse’ con ningún estilo. “Soy naturalmente contemporánea, que no es ni clásico ni moderno, es transicional, atemporal”.
Ama viajar por placer y para actualizarse. Y Europa es su inspiración, ya que admira la evolución de estilos hasta el modernismo actual.
Una historia de amor con bases
Desde los 16 años conoce a su esposo, Oliver, su único enamorado, con quien cumplirá 16 años de casada. Cuenta que por siete años fueron pareja a distancia y a punta de tarjeta telefónica se mantenían en contacto. “Yo estaba en Florida y él en Massachusetts, nos veíamos solo en vacaciones. Nuestra base es el amor, la confianza y el respeto”.
El plano de su vida...
Al preguntarle cómo lo ve, manifiesta que no es una persona que planifica con demasiada anticipación. “Estoy escogiendo en este momento lo que está bien para mí. Las ambiciones grandes conllevan a dejar a un lado el tema familiar, y para mí ellos son muy importantes, por eso trato de balancear. Cuando mis hijos estén más grandes, podré abarcar más”.
Así como analiza (de manera innata) cada lugar que visita, qué tumbar y qué levantar, también tiene en miras otro proyecto: derribar los muros que le impidan pasar más tiempo con los suyos, por eso está decidida a construir momentos únicos en familia, su mejor obra.
Admira a:
Aplaude los trabajos de la diseñadora de Reino Unido, Sophie Paterson, por su atención en los detalles y su habilidad de contrastar colores, a pesar de usar neutrales. También el protagonismo estético en las obras del arquitecto mexicano Bernardo Pozas.
Personal
- Casada con Oliver Klopfstein. Madre de Denisse (11) y Oliver (6).
- Estudió Arquitectura de interiores en la Universidad de Carolina del Norte, Greensboro, EE. UU.
- Trabajó como diseñadora de interiores en el International Home Furnishing Center (IHFC) en High Point Carolina del Norte, una de las principales ferias de muebles del país.
- Fue asesora en Baer’s Furniture, una importante cadena de muebles de lujo Miami.
- Dentro de sus obras están clínicas, restaurantes, discoteca, resort, entre otros.
- Su anhelo: Cuando se retire quiere retomar la pintura y tener un rincón en su casa.
“Estoy escogiendo en este momento lo que está bien para mí. Las ambiciones grandes conllevan a dejar a un lado el tema familiar, y para mí ellos son muy importantes, por eso trato de balancear. Cuando mis hijos estén más grandes, podré abarcar más”.
