Tradiciones de Semana Santa

Ecuador atrae a muchos turistas no solo por sus paisajes, sino también por sus costumbres y tradiciones, muchas de ellas basadas en la religión católica. Una de ellas es la Semana Santa que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Y en este año se festeja desde el 2 hasta el 8 de abril.

Entre las tradiciones más importantes están las procesiones que se llevan a cabo en las tres ciudades más representativas del país, Quito, con Jesús del Gran Poder; en Guayaquil, el Cristo del Consuelo, y en Cuenca, la Pasión de Cristo. Estos últimos comienzan las celebraciones desde el primer día con el Domingo de Ramos y, posteriormente, las visitas a las siete iglesias el jueves.

• Visita a las 7 iglesias

Esta costumbre se realiza, por lo general, el Jueves Santo y simboliza el acompañamiento de los fieles a Jesús en cada uno de sus recorridos, desde la noche en que fue apresado hasta su crucifixión.

• La peregrinación

Durante la peregrinación predomina en las decoraciones y vestimenta el morado, color que simboliza la penitencia, ya que en esos tiempos vistieron a Jesús con esta tonalidad a modo de mofa para decir que él era el “Rey de los judíos”. Desde entonces la iglesia adoptó dicho símbolo para representar el castigo. En la capital, ciertas personas se visten de ‘cucuruchos’, que usualmente llevan una túnica morada que los cubre de pies a cabeza y en su corona, un cono, de ahí viene su peculiar nombre. Ellos caminan descalzos en la procesión, atados con cadenas gruesas y pesadas a modo de expiación de sus pecados cometidos.

• El Cristo del Consuelo

Es una de las manifestaciones de fe católica más representativas en Guayaquil. Se desarrolla en Viernes Santo, en el suroeste. Miles de feligreses se congregan para caminar junto a la imagen religiosa de Cristo en la cruz. Durante el acompañamiento, agradecen por algún milagro recibido, además de pedir por la salud y el empleo. Muchos lloran, rezan, cargan cruces e incluso hacen el recorrido de rodillas.

• Costumbres culinarias

Otra de las prácticas que se desarrollan durante la Semana Mayor están vinculadas con los paladares de los feligreses:

1. La fanesca: es la protagonista de estos festejos, exquisito potaje en el que predominan ingredientes como el bacalao y los 12 granos. 
2. Humitas: es un platillo que por su fama es un manjar que se puede adquirir para desayunar en cualquier día del año. Hecha a base de choclo triturado en moledoras y queso. Se las envuelve en sus mismas hojas para cocerlas al vapor. Disfrute de su mezcla exquisita entre lo dulce y salado junto con una humeante taza de café para comenzar su mañana con energía.
3. Molo de papas: para los amantes de este tubérculo, esta comida es la ideal para usted. Su combinación de refrito con puré, acompañados de láminas de huevo cocido con pimiento y lechuga fresca, es el acompañamiento perfecto para sus comidas.
4. Empanadas de viento: a quién no se le hace agua la boca cada vez que le llega el olorcito de la masa frita. Elaborada con varios rellenos que se ajustan a su gusto, los puede encontrar de queso, carnes, pollos y embutidos. Vienen bien para esos ratos de hambre entre comidas.

• Postres, irresistibles

1. Arroz con leche: el sabor dulzón de la leche condensada y el picor de la canela hacen que este dulce se deshaga en la boca por su exquisitez. Disfrútelo en una tarde cuando las temperaturas sean bajas y pueda aprovechar la calidez de cada bocado.
2. Dulce de higos: deguste de este fruto almilbarado con panela y déjese llevar por los olores calmantes del clavo de olor y la canela, para acentuar más sus sabores cómalo con rodajas de queso.

• Receta de masitas de cuaresma

 Ingredientes: 

-Una taza de harina de trigo

-Agua tibia(o leche)

-Dos cucharadas de mantequilla

-½ cucharadita de sal-½ litro de aceite

Preparación: 

1. Para empezar, en un tazón coloque la taza de harina con la sal y mezcle con las cucharadas de mantequilla.
2. Agregue poco a poco el agua tibia y siga amasando. Sea precavido al añadir el agua, fíjese que la harina esté absorbiendo bien hasta que se convierta en una masa homogénea y moldeable.
3. Ubique la masa en otro recipiente, cúbrala con un pedazo de tela y déjela reposar en un espacio cálido durante 30 minutos.
4. Cuando ya haya reposado, espolvoree sus manos con un poco de harina y tome un pedazo de la masa y forme una bolita con ella. Fríalas en con aceite a fuego alto.