Tres lugares del mundo donde está "prohibido" nacer y morir
Aunque parezca insólito, hay lugares en los que los bebés no pueden nacer y los cuerpos no puedan ser enterrados y las razones son varias
En algunos rincones del planeta, existen lugares donde los bebés no pueden nacer y los cuerpos no pueden ser enterrados. Estas restricciones se deben a diversas razones, como condiciones climatológicas extremas, carencias de infraestructura y aspectos culturales arraigados en la sociedad. A continuación, te presentamos tres de estos insólitos lugares, ubicados en Europa y América del Sur.
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Leer másLongyearbyen, Svalbard
El archipiélago de Svalbard alberga a Longyearbyen, una localidad donde los residentes enfrentan restricciones a la hora de dar a luz y ser sepultados. Desde 1950, los cuerpos no pueden ser enterrados en el cementerio local debido al clima gélido y el permafrost que impregna el suelo. Los habitantes tomaron esta decisión por temor a que los cadáveres conservaran rastros de la queja española que afectó a los mineros en 1918.
Aunque se permite la colocación de urnas de cremación, muchos lugares optaron por abandonar la isla en sus últimos días y trasladarse hacia el continente noruego. "Si parece que está a punto de expirar, se hará todo lo posible para enviarlo al continente", dijo Christian Meyer, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
Isla de Fernando Noronha, Brasil
En este paraíso natural conocido por ser uno de los santuarios marinos mejores conservados del Atlántico Sur, ninguna mujer puede dar a luz. Las embarazadas deben abandonar la isla en el séptimo mes de gestación y viajar hasta Recife, ubicada a 545 kilómetros de distancia. El único hospital de la isla, el Sao Lucas, cerró su sala de maternidad y no cumple con los requisitos para brindar atención de alta complejidad. Aunque no existe una ley de prohibición formal, la Coordinación de Salud del archipiélago, con sede en Recife, se encarga del traslado de las mujeres embarazadas.
Esta situación ha generado desafíos y dificultades para las futuras madres, quienes se ven alejadas de sus hogares y familias durante este importante momento de sus vidas.
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Leer másCiudad del Vaticano
En la Ciudad del Vaticano, las limitaciones infraestructurales y en materia de servicios representan un obstáculo para que las mujeres den a luz a sus bebés. En este pequeño Estado, la residencia no se basa en el lugar de nacimiento, sino en el trabajo o servicio prestado. Vivir en la Ciudad del Vaticano no otorga la ciudadanía automáticamente, ya que este título se adquiere por la razón de servicio al oficio del Papa. La ciudadanía está reservada para los cardenales que residen dentro del Vaticano, diplomáticos, personas que trabajan allí y, en algunos casos, los cónyuges e hijos de los empleados.
Estas limitaciones administrativas y estructurales dificultan que los bebés nazcan en este peculiar territorio.
Estos tres lugares destacan por sus restricciones particulares a la hora de nacer y morir. Ya sea debido a condiciones climáticas extremas, carencias de infraestructura o aspectos culturales arraigados, sus habitantes deben enfrentar desafíos adicionales en momentos tan importantes de la vida.
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