Victor Estrada, el cineasta ecuatoriano finalista en concurso organizado por la NASA
El también docente universitario destacó con su cortometraje en stop motion, llevando su arte a nuevos horizontes
Victor Estrada -sí, sin tilde- es un cineasta ecuatoriano que durante este 2024 logró un hito que no solo sigue llenando de orgullo a Ecuador, sino que marca un antes y un después en el cine de animación del país.
Su cortometraje El Transbordador Espacial fue seleccionado como finalista en el prestigioso concurso CineSpace 2024, un evento de talla mundial organizado por la NASA y la Houston Cinema Arts Society. Este logro no solo resalta su talento, sino también su visión de llevar al cine ecuatoriano a nuevas fronteras.
El inicio de un camino cinematográfico
Estrada compartió con EXPRESO que desde pequeño soñaba con tocar los corazones del público a través de las historias que veía en la pantalla grande. "De niño, me fascinaba cómo las personas salían felices de las salas de cine, como si algo en esas historias las hubiera tocado profundamente. Desde entonces, quise lograr lo mismo: emocionar al espectador", recuerda con emoción.
Victor Estrada
Esa chispa impulsó al también docente universitario a incursionar en el mundo del cine, primero a través de la actuación y luego en distintas áreas de la producción, hasta que la pandemia por el covid-19 le dio la oportunidad de finalmente dar rienda suelta a su sueño: crear su propio estudio de animación y contar sus propias historias.
Así nació Stopmonautas, un estudio dedicado al cine stop motion, una técnica que Estrada había desarrollado desde su niñez, al ser hábil para el dibujo, la pintura y la construcción de cosas con material reciclado. "Fabricaba mis propios muñecos y escenarios para jugar; ya en la universidad, al ver The Nightmare Before Christmas, supe que ese tipo de cine era lo que quería hacer porque no tenía que dejar de construir cosas.", relata.
Victor confiesa que siempre quiso un lugar donde pudiera hacer stop motion en Ecuador, pero no lo encontraba. "Cuando la pandemia me dejó sin trabajo, decidí crear un cortometraje sobre El Transbordador Espacial para superar los efectos de la crisis. Lo que comenzó como un proyecto personal, se transformó en algo mucho más grande gracias al apoyo de mi familia y amigos", confiesa.
En este proyecto colaboraron personas clave como Mariuxi Romero, quien fue fundamental en la postproducción, y quien se convirtió en parte de una "familia audiovisual" que lo acompañó en su viaje creativo.
El legado de Victor Estrada
El proceso de creación del cortometraje fue tan auténtico como su visión. Utilizó material reciclado para crear maquetas, muñecos y efectos prácticos, un guiño a su amor por lo artesanal. "Mi inspiración siempre fue la carrera espacial. Desde niño soñaba con ser astronauta, pero la vida me llevó por otro camino. Entonces decidí acercarme a la NASA a través del cine", explica el profesor de la la Facultad de Arte, Diseño y Comunicación Audiovisual (FADCOM) de ESPOL.
Victor Estrada
Lo que parecía un sueño lejano comenzó a hacerse realidad cuando El Transbordador Espacial recibió una Mención de Honor en el Festival Internacional de Cine de Guayaquil. Fue en ese momento cuando Estrada, frente al público, confesó su ambición: "Mi objetivo es llegar a la NASA".
El destino le sonrió, y pronto su cortometraje fue seleccionado como finalista en CineSpace 2024, convirtiéndose en el primer cortometraje ecuatoriano en lograr tal hazaña. "Cuando supe que habíamos sido seleccionados, no pude evitar compartir la noticia con todos los que habían aportado al proyecto. Fue un momento mágico", asegura.
Este reconocimiento no solo es un triunfo personal, sino también un faro de esperanza para el cine ecuatoriano. Estrada ve en CineSpace una confirmación de que "nada es imposible si te lo propones". Para él, este logro es una muestra de que, con pasión y dedicación, se pueden romper las barreras.
Hoy, con el éxito de Stopmonautas en ascenso, Victor Estrada sigue creando imparable. "Estoy trabajando en varios proyectos, entre ellos un largometraje de stop motion. Mi mayor objetivo es que Ecuador se convierta en un referente mundial en esta técnica", comparte con una determinación que resuena en cada palabra.
Perspectivas al futuro
Estrada también destacó la importancia de iniciativas como el Motion Lab, un espacio único en para aprender y experimentar con el stop motion. "Este es un espacio donde los estudiantes pueden desarrollar su creatividad sin tener que salir del país. Me llena de orgullo saber que, en este espacio, se están formando los futuros cineastas que llevarán el stop motion a nuevas alturas", asegura.
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Leer másFinalmente, Victor, con la mirada puesta en el horizonte, ofrece un consejo para los jóvenes cineastas: "No se rindan. El cine stop motion no es fácil, pero si tienen una historia que contar, siempre habrá formas de hacerlo realidad. Busquen oportunidades, colaboren con otros y nunca dejen de aprender".
Y con la pasión que lo caracteriza, también confiesa uno de sus mayores sueños: "Me encantaría trabajar con Guillermo del Toro en un proyecto de animación. Quiero que las historias de Stopmonautas lleguen a más salas de cine, tanto nacionales como internacionales, y también a plataformas de streaming".
Victor Estrada demuestra que los sueños no tienen fronteras. Con su determinación, está transformando el cine ecuatoriano y llevando el stop motion a nuevos horizontes. Su legado inspira a quienes sueñan con contar historias a través del arte; con su ejemplo, deja claro que el talento ecuatoriano tiene por delante un futuro brillante por delante.
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