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Ser un buen ganador implica humildad y evitar la soberbiaFREEPIK

La vida plena empieza por tener los ‘pies sobre la tierra’

Ser un buen ganador implica mantener la humildad y evitar actitudes soberbias para llevar una vida más plena

Mucho se habla de ser un buen perdedor, de mantener la actitud adecuada cuando nos equivocamos, de no dejarnos llevar por la decepción y la amargura cuando fallamos. Aceptar la derrota no es fácil y solo se consigue recordando que, sin importar los sucesos, mañana hay otro día. Otra oportunidad de mejorar.

Pero, así como es fundamental saber cómo reaccionar cuando estamos abajo, es necesario saber cómo actuar cuando estamos arriba, cuando ganamos y conquistamos la cima. Sí, los seres humanos debemos aprender a ser ‘buenos ganadores’.

Ser buen ganador no es únicamente una forma de evitar la arrogancia, también es un camino para una vida más plena. Es verdad que el ego inflado y la actitud soberbia son dos de las peores características de muchas personas, pero no estamos hablando de esos extremos, sino de reacciones más pequeñas, pero igual de graves. Respuestas que damos ante victorias cotidianas que también pueden ser nocivas.

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Supongamos que mañana recibes un correo de felicitación de tu jefe. Ahí, le dice a toda la empresa que eres el empleado del mes y que haces un maravilloso trabajo. Una gran satisfacción te embarga y te hace creer que estás por encima de tus compañeros. Es más, hasta alardeas en los pasillos y te regodeas ante tus pares.

Hasta ahí, parece que no existen consecuencias negativas, al menos para ti. Pero supongamos también que un día después cometes un error que provoca pérdidas para la empresa, una pequeña falla que se pasó por alto de tu exhaustivo control. Cosas que pueden pasar.

El mismo jefe que te felicitó ayer, ahora está muy molesto y hasta plantea una sanción administrativa. Todo cambió en cuestión de horas. Ahí es justamente donde entra la humildad. Esa capacidad para aceptar los elogios con calma y evitando que se te suban a la cabeza porque todo en la vida es efímero. Un cumplido te sirve solo a ti y no debe tener efecto en cómo tratas a los otros.

En otras palabras, un buen ganador disfruta sus logros, pero no permite que lo bueno nuble su criterio. Al contrario, las victorias solo son una oportunidad para mostrar más empatía y menos arrogancia. Esa visión estoica te permitirá lidiar mejor con los buenos y los malos momentos.

Intentemos poner en marcha la respuesta de buen ganador en nuestra vida diaria. Caminemos recordando que somos iguales y que todos tenemos altos y bajos.

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