
Vintage Market: La moda consciente de Carla Gafter y Stefania Macchiavello
Carla Gafter y Stefania Macchiavello crean Vintage Market: moda de lujo sostenible, prendas únicas y conciencia social
Desde siempre, Carla Gafter y Stefania Macchiavello han sido apasionadas por la moda, pero no cualquier moda: la que tiene propósito, alma e historia. Esa conexión profunda con el vestir se refleja en su proyecto conjunto, el Vintage Market, una plataforma que las ha llevado a recorrer distintas ciudades, como Italia y Guayaquil, con un objetivo claro: acercar a las personas a prendas únicas, de lujo y de segunda mano.
(LEE TAMBIÉN: El sabor de una fonda, el alma de la cocina local)
Ambas se definen como emprendedoras y creativas. La complicidad que tienen como amigas ha sido una clave fundamental para construir esta propuesta. “Dicen que las amigas no pueden hacer negocios, pero en nuestro caso es todo lo contrario”, cuentan entre risas. Se conocen desde hace años, y desde niñas ya tenían un estilo propio formado. Carla viajaba constantemente a Italia, mientras Stefania vivía entre Ecuador y Europa. Esa constante exposición a la moda y a distintas culturas alimentó el amor que ambas comparten por lo auténtico y duradero.
La inspiración, sobre todo para Stefania, viene desde lo familiar. Su abuela y su madre fueron sus primeras referencias de estilo, aunque fue a los 23 años cuando descubrió el verdadero valor de comprar de segunda mano. “En Europa, hasta las princesas compran en mercados vintage”, comenta, resaltando cómo estas prendas pueden ser piezas de colección que han sobrevivido décadas, y eso habla de su calidad.
Su vínculo como amigas se ha fortalecido gracias a este recorrido. Se prestaban ropa, intercambiaban hallazgos, y sin redes sociales ni plataformas digitales, ya estaban viviendo lo que hoy se ha convertido en su proyecto. Stefania lleva más de una década en este campo, fue la primera influencer de moda sostenible en Ecuador y creó el primer bazar con enfoque sostenible, donde todo lo que se vendía era hecho en Ecuador, artesanal y con propósito.

The VIntage Martket es más que solo ropa
Ambas comparten una visión: combatir el consumismo promoviendo la compra consciente y responsable. “No necesitas seguir comprando ropa nueva que no te va a servir”, afirman, señalando que si una prenda ha durado desde los años 50 o 70 hasta hoy, es porque está hecha con materiales cuidadosamente elegidos. “No fast fashion. Queremos que la gente entienda que se puede tener estilo propio sin copiar tendencias pasajeras”.
Stefania también fue influencer de moda para Oxfam en Alemania, una organización que combate la pobreza en Latinoamérica vendiendo ropa de segunda mano para recaudar fondos. Durante tres años fue estilista en tiendas de Oxfam en ciudades como Frankfurt, Berlín y Múnich, y asesoró a jóvenes sobre cómo comprar mejor. “Es que no se trata solo de vestir bien, sino de hacerlo con conciencia, sabiendo que estás ayudando a una causa”.
Pero para ellas, la responsabilidad no termina ahí. Ambas hacen un llamado a otros comunicadores, bloggers e influencers: “Basta de mostrar fast fashion como si fuera lo único que existe. Tenemos una responsabilidad enorme de educar a nuestro público”. Y proponen incluso crear espacios de formación no solo para los consumidores, sino para quienes tienen el poder de influir.
Cuando se trata de seleccionar las piezas, la curaduría es clave. No se trata solo de buscar marcas como Versace o Chanel, sino prendas con historia y buena factura. Stefania tiene experiencia suficiente como para saber cuándo una prenda vintage tiene valor: si ha resistido el tiempo, si fue hecha antes de que la industria se volviera tan explotadora, y si no viene de fábricas donde hay trabajo infantil. “Preferimos vender una cartera original de los años 80 o 90 que una réplica de moda actual. Lo vintage tiene más sentido cuando es auténtico”.
Y ese es el criterio que aplican también al momento de elegir proveedores. Saben exactamente a quién comprarle y a quién no, para asegurarse de que las piezas sean verdaderas y no imitaciones. Esto, dicen, es parte de su compromiso con el mensaje que quieren transmitir.
Su próximo paso será en el Gran Bazaar de Cumbayá, donde volverán a montar su espacio vintage y seguirán compartiendo esta forma de consumo consciente. Más allá de las ventas, quieren que sus eventos se conviertan en espacios educativos, donde la gente no solo compre, sino que aprenda y se inspire.
De cara al futuro, Stefania ya piensa en nuevos eventos en Alemania, donde vive actualmente. Quisiera organizar un encuentro con más piezas únicas, y realizar charlas junto a otras expertas en moda sostenible. “Esto es más que ropa. Es un movimiento, una forma de vida. Y si podemos inspirar a alguien a pensar dos veces antes de comprar, ya estamos haciendo un cambio”.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!