Violencia vicaria: qué es y cómo identificarla
La violencia vicaria es aquella violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer. Te contamos algunos detalles
Tomás Gimeno, el hombre desaparecido junto a sus dos hijas Anna y Olivia, de uno y tres años respectivamente, el pasado 27 de abril en la isla española de Tenerife, habría dado muerte a las niñas en su finca y arrojado sus cuerpos al mar, en un plan preconcebido para causar a su expareja el mayor dolor, según la investigación. Según la magistrada encargada de dirigir la investigación, Gimeno, de 35 años, "de manera deliberada quiso colocar (a su expareja y madre de sus hijas) en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habían sufrido en sus manos Olivia y Anna". Con ello, señala, pretendía menospreciar a la madre de sus hijos "por haber rehecho su vida con una nueva pareja" y aseguraba no tolerar "que compartiera momentos con sus hijas".
“Hemos naturalizado la violencia contra los ninos”
Leer másA raíz de este trágico sucedo, del que hasta el momento solo se ha encontrado el cadáver de Olivia, se ha extendido masivamente el término 'violencia vicaria', en España y en el mundo.
¿Qué significa este término?
Según Sonia Vaccaro, psicóloga clínica y forense, y la persona que acuñó este término, que fue incluido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en 2017, se trata de "aquella violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer. Es una violencia secundaria a la víctima principal, que es la madre. Es a la mujer a la que se quiere dañar... El maltratador sabe que dañar, asesinar a los hijos, es asegurarse de que no se recuperará jamás. Es el daño extremo".
¿Cómo identificarlo?
- El agresor utiliza a los hijos/as para dañar a la madre o expareja, amenaza con quitárselos o con que no los verá más.
- Amenaza con matarlos.
- Interrumpe los tratamientos médicos de los hijos e hijas cuando están con él.
- Habla mal de la madre o expareja y la familia de esta en presencia de los hijos.
En el Ecuador los datos de violencia contra menores, en manos de sus progenitores o de sus parejas, son alarmantes. Sybel Martínez, vicepresidenta del Consejo de Protección de Derechos de Quito, indicó a EXPRESO en 2020, que se registraron 30 asesinatos a menores de edad en todo el país, 18 de ellos fueron niñas. La mayoría de víctimas fueron golpeadas hasta morir, recibieron puñaladas o cortes en su cuerpo. Sus victimarios, en casi todos los casos, pertenecen a su círculo familiar. Los datos de la Fundación Aldea revelan que en 2019 hubo 6 homicidios de mujeres menores y en 2018 se reportaron 10.