Voces de cinco países en su primer festival virtual
‘El Canto coral hermana a los pueblos’ reunió a 12 agrupaciones de Ecuador, Argentina, Venezuela, Filipinas y Serbia
Cuando parecía que la edición 42 del festival ‘El Canto coral hermana a los pueblos’ no iba a realizarse este año debido a la pandemia, sus organizadores decidieron probar la primera edición virtual. La tarea no sonaba sencilla. Cada grupo debía lograr que las voces, que estaban tan lejos unas de otras, se juntaran para dar vida a piezas dignas de un evento internacional.
En Ecuador, Venezuela, Argentina, Serbia y Filipinas, doce coros se enfocaron en ese objetivo. Los integrantes debían afinar en casa, evitar ruidos externos y grabar cuantas veces fuera necesario hasta que quedara un audio impecable. Luego esos videos se unirían siguiendo la secuencia musical. Aquello era mucho más complicado para estos artistas que estaban acostumbrados a ensayos presenciales para presentaciones en vivo.
El 7 y 8 de julio fueron los días cúspide de esta preparación en tiempos de COVID-19. Fernando Gil Estrada, director ejecutivo de la fundación Didecor, organizó junto con la Universidad de Guayaquil este festival internacional, que supera las doce mil reproducciones.
Beatriz Gil, soprano, máster en Bellas Artes y directora del departamento de Arte, Cultura y Patrimonio de la Universidad de Guayaquil, fue la encargada de dar la bienvenida online y de transmitir una breve historia del festival. Hubo nostalgia por no estar en el escenario, pero también la emoción de ver que la edición 42 no se apagó por la pandemia y que las voces se escucharon aún más fuerte para dar esperanza al público.
Cada grupo puso su toque a la grabación. Algunos no solo mostraban en la pantalla los rostros de sus músicos, sino también imágenes, como lo hizo el coro de la Casa de la Cultura núcleo del Guayas que escogió entonar ‘Guayaquil de mis amores’ y lo hizo con el fondo de lugares emblemáticos de la ciudad.
Los coros femenino, de niños, juvenil y de estudiantes de la Universidad de Guayaquil fueron parte de esta jornada, al igual que el de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y de la Escuela Superior Politécnica del Litoral.
En los grupos internacionales, uno de los más emocionados fue el coro venezolano, que debido a su situación política y económica no había podido participar de un festival internacional, pero que pudo hacerlo en este por vía online.
Hubo coros que no habían participado antes y que por la vía virtual pudieron hacerlo. Fue una experiencia diferente, pero la verdad es que mis tablas no las cambio por nada.
La edición virtual de este festival internacional de coros nos muestra que a pesar de las dificultades no existe fuerza terrenal alguna que logre callar las voces que aman cantar.
Fue una experiencia especial y extraña, pues es muy raro estar allí de manera virtual. Este festival nos dio una lección de cómo llevar las cosas en momentos duros.
