
'Adolescencia' en Netflix: claves y emojis que revelan un mundo oculto para adultos
Esta miniserie de Netflix revela el lado más inquietante de la vida adolescente en redes sociales
Creían que lo conocían. Dormía en su habitación, sacaba buenas notas, y no causaba problemas. Sus padres pensaban que era “un chico normal”. Pero detrás de la puerta cerrada, su mundo era otro: foros oscuros, mensajes codificados con emojis, comunidades secretas. Adolescencia, la nueva miniserie de Netflix, no solo cuenta la historia de un crimen, revela un diccionario oculto que millones de padres desconocen… pero que sus hijos usan todos los días. ¿Tú lo conocías?
Cuatro capítulos bastaron para abrir un debate que va mucho más allá de la pantalla. Adolescencia se ha convertido en un fenómeno social y cultural por su retrato crudo de un crimen adolescente y, sobre todo, por un lenguaje encriptado que los jóvenes usan a diario en redes sociales y que muchos adultos simplemente no comprenden.
Desde emojis que dicen mucho más de lo que aparentan, hasta referencias a subculturas como los incels o la manosfera, la serie plantea una dolorosa pregunta: ¿qué tan poco saben los padres sobre lo que sus hijos hacen y dicen en Internet?
En uno de los capítulos, un adolescente explica a su padre detective, a cargo del caso, que los mensajes entre la víctima y su agresor en Instagram no eran lo que parecían. “¿Sabes qué significa una pastilla roja junto a una dinamita?”, le pregunta. “La pastilla roja dice: veo la verdad. Es un símbolo de la manosfera”. El policía se queda perplejo. Y los espectadores también.
¿Qué es la manosfera?
La manosfera es un conjunto de comunidades y foros en línea que giran en torno a la masculinidad, pero muchas veces desde una perspectiva misógina o extremista. En estos espacios se promueven ideas como que los hombres están oprimidos por el feminismo moderno, se exalta la "superioridad masculina" y se difunden discursos de odio hacia las mujeres. Dentro de la manosfera se agrupan subculturas como los incels (célibes involuntarios), men going their own way (hombres que “renuncian” a las mujeres) y otras comunidades que, bajo la apariencia de consejos sobre relaciones o desarrollo personal, terminan normalizando el machismo y el rechazo a la igualdad de género.
Un corazón no es solo un corazón
Resulta que color de los corazones también tiene un código no oficial, pero ampliamente compartido entre jóvenes. Estos significados pueden variar según el grupo, la edad y el contexto, pero demuestran cómo los adolescentes han creado un código emocional con emojis que, para muchos adultos, pasa desapercibido. Aquí lo que dice emojipedia.org.
- Rojo: amor romántico, tradicionalmente se usa para expresar amor profundo o pareja estable.
- Amarillo: amistad o interés mutuo sin una connotación amorosa intensa; un “me caes bien y me interesas”.
- Morado: deseo o atracción sexual; en algunos contextos juveniles se asocia con estar “cachondo/a”.
- Rosa brillante o con destellos: cariño, dulzura o un interés emocional sin intención sexual.
- Naranja: ánimo, cercanía o consuelo, suele usarse para levantar el ánimo o mostrar apoyo.
- Verde: celos, envidia o incluso esperanza en algunas interpretaciones.
- Negro: tristeza, dolor emocional o humor oscuro; también puede usarse de forma irónica.
- Blanco: pureza, paz o amor platónico.
- Azul: confianza, lealtad o un amor tranquilo, a veces también usado para representar relaciones no románticas.
Un diccionario que revela más de lo que oculta
Adolescencia visibiliza una enorme brecha: padres que creen que tener a sus hijos en casa es garantía de seguridad, sin notar que, desde sus habitaciones, pueden estar expuestos o participar en dinámicas digitales peligrosas.
Dirigida por Philip Barantini y escrita por Jack Thorne y Stephen Graham, Adolescencia no solo es un thriller policial sobre el asesinato de una menor a manos de un compañero de clase. Es una denuncia disfrazada de ficción sobre la invisibilidad digital que envuelve a muchos hogares: adolescentes navegando entre códigos, emojis y foros que sus propios padres desconocen.
Lo que Adolescencia grita desde el primer capítulo es: hay que dejar de mirar solo la pantalla y empezar a entender lo que pasa detrás de ella.
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