Catorce niñas ecuatorianas, como Gemma y Aliz, brillan en la NASA
En un bit. Del 6 al 10 de noviembre de 2023, niñas de todas partes de Ecuador aprendieron ciencia y tecnología de la mano de astronautas de la NASA
Un grupo de catorce jóvenes ecuatorianas provenientes de diversas ciudades del país, rompieron barreras y desafiaron estereotipos al embarcarse en una experiencia inolvidable en el Space Center de la NASA en Houston, Texas de la mano de la fundación colombiana She Is y su proyecto "Ella es astronauta".
Estas adolescentes, en situación de vulnerabilidad pero con un alto rendimiento académico y pasión por la ciencia, fueron seleccionadas para sumergirse en el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las artes y las matemáticas (STEAM) bajo la tutela de mujeres científicas.
TE PUEDE INTERESAR: Starship: ¿por qué Musk considera un éxito el despegue del cohete que explotó?
Este viaje no fue solo un simple recorrido por las instalaciones de la NASA, sino una inmersión completa en un riguroso programa en el que durante seis meses tuvieron clases virtuales hasta la ejecución de desafíos científicos y tecnológicos presenciales en el Space Center.
La jornada diaria iniciaba temprano, a las 5:00 am, para estar listas y dirigirse al Space Center a las 8:00 am. A lo largo del día, las jóvenes participaban en diversas actividades, desde competencias de ciencia hasta talleres de robótica, diseño de cohetes y prototipos de hábitats lunares.
Los momentos de descanso eran escasos, con las actividades finalizando alrededor de las 21:00. Además, se fomentaba la interacción y colaboración entre las participantes, potenciando valores de liderazgo y trabajo en equipo, similares a los necesarios en misiones espaciales.
TE INVITAMOS A LEER: La generación Z ya no hace sus búsquedas en Google, sino en TikTok
A su regreso a Ecuador, estas jóvenes llegaron a sus comunidades llenas de nuevas herramientas, conocimientos científicos y la invaluable experiencia de haber compartido con científicas de la NASA y nuevas compañeras de Perú y Ecuador con los mismos intereses y ambiciones.
GEMMA ADELAIDA ANDRADE GONZÁLEZ, UN VIAJE A LAS ESTRELLAS Y MÁS ALLÁ
Originaria del barrio Garay en Guayaquil, Gemma Adelaida Andrade González, una de las jóvenes privilegiadas en formar parte del proyecto, compartió con EXPRESO su travesía. Para ella, esta experiencia ha sido un caleidoscopio de descubrimientos y aprendizajes que han abierto horizontes en su visión de futuro.
Gemma relata cómo esta oportunidad le permitió adentrarse en distintas ramas del conocimiento, profundizando en áreas que antes le eran desconocidas. En particular, destaca la fascinación que sintió al armar robots con piezas de LEGO y programarlos para realizar tareas específicas.
Fue una experiencia inolvidable. He fortalecido mi aprendizaje en ciencia y mis habilidades sociales
El proceso de selección fue un paso crucial en este viaje. Apoyada por su familia, Gemma decidió postularse motivada por el deseo de explorar la biología, una pasión que se vio fortalecida y ampliada por la experiencia en la NASA, ahora inclinándose hacia la biotecnología.
REVISA TAMBIÉN: ChatGPT: ¿Qué esconde la 'mochila nuclear' del creador de esta IA?
Inspirada por testimonios de jóvenes como ella en redes sociales, se lanzó a la postulación, superando varios filtros hasta lograr ser seleccionada. "¿Qué es lo hay más allá del cielo?", es lo que se preguntaba ella desde pequeña.
Su madre, orgullosa de su interés temprano en ciencia y tecnología, recuerda cómo Gemma pasaba noches enteras despierta para observar el despegue de satélites, alimentando su curiosidad sobre el universo y lo que se encuentra más allá del cielo.
ALIZ PINTO ASPIAZU, UN FUTURO ENTRE LA CIENCIA Y LA INSPIRACIÓN SOCIAL
En contraste con Gemma, la historia de Aliz Daniela Pinto Aspiazu, residente del Guasmo, al sur de Guayaquil, se teje con una amalgama de emociones profundas y logros significativos en su viaje a la NASA.
Recibir la noticia de su selección para el programa coincidiendo con el aniversario de la muerte de su hermano fue un torbellino de emociones para Aliz. Sin embargo, esta adolescente de 17 años no dejó que las dificultades la detuvieran.
No se pongan de límite el cielo, porque ya hay huellas en la Luna
Durante su estadía en el Space Center, presentó un proyecto que se convertiría en el ganador: un prototipo de prótesis mioeléctrica de mano, denominado ECLA en sus siglas en inglés. Esta iniciativa no solo demostró su talento innovador sino también su compromiso con la tecnología y la mejora de la calidad de vida de las personas.
El prototipo ganador sigue siendo un proyecto en desarrollo para Aliz, quien ha conseguido alianzas con ONGs y universidades para materializarlo en febrero próximo a través de la impresión 3D utilizando fibra de plástico de botellas.
TE RECOMENDAMOS LEER: Perrikaryal: La streamer que juega videojuegos solo con sus ondas cerebrales.
El trabajo en equipo fue uno de los aspectos más enriquecedores para Aliz, quien enfatizó cómo la ciencia se convirtió en el vínculo entre ella y sus compañeras.
El impacto de esta experiencia transformadora la llevó a replantear por completo sus aspiraciones profesionales: de querer estudiar contabilidad y ser contadora pública autorizada, se inclina ahora hacia la ingeniería mecánica industrial, impulsada por el programa que despertó su interés en la tecnología.
Sin embargo, Aliz no solo es una apasionada por la ciencia; también es una activista comprometida con los derechos de la niñez y adolescencia. Su voz ha llegado a instancias como la ONU, donde ha discutido estos temas y colaborado en la creación de protocolos junto al Ministerio de Educación.
Mirando hacia el futuro, Aliz tiene una visión clara: desea establecer una ONG basada en su proyecto innovador, además de crear una academia de inglés para niños y jóvenes de escasos recursos económicos en su comunidad.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
