Cerveza no vendida en cuarentena es ahora energía renovable
La cerveza no vendida en los bares de Australia alimenta hoy plantas de tratamiento de aguas residuales y ayuda a potenciar su funcionamiento
Los bares y restaurantes en Australia se quedaron con enormes inventarios de cerveza sin vender cuando la cuarentena del coronavirus los obligó a cerrar. Pero en lugar de desperdiciarse, algunas claras y lagers caducadas han estado cumpliendo un nuevo propósito: alimentar una planta de tratamiento de agua.
En la planta de tratamiento de aguas residuales de Glenelg, millones de litros de cerveza no utilizada de las cervecerías locales se han convertido en energía renovable para impulsar su proceso de tratamiento de agua en los últimos meses.
La planta mezcla residuos industriales orgánicos con lodos de depuradora para producir biogás, que luego se convierte en electricidad para alimentar toda la instalación. Generalmente, genera suficiente biogás para cubrir alrededor del 80% de sus necesidades energéticas.
Pero la reciente afluencia de cerveza ha impulsado su generación de energía a nuevos niveles, alcanzando 654 megavatios por hora en un solo mes, dijo Lisa Hannant, gerente de producción y tratamiento de SA Water, en un comunicado.
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Leer más"Al agregar alrededor de 150.000 litros de cerveza vencida por semana, generamos un récord de 355.200 metros cúbicos de biogás en mayo y otros 320.000 metros cúbicos en junio, lo que es suficiente para alimentar 1.200 casas", dijo Hannant.
La cerveza funcionó bien para los "digestores" de la planta, dijo Hannant, refiriéndose a los grandes tanques de concreto sellados donde los lodos de aguas residuales se calientan en un ambiente libre de oxígeno y se descomponen para producir biogás rico en metano. El alto poder calorífico del alcohol, la cantidad de calor liberado durante la combustión, lo hace "perfecto" para el proceso de digestión anaeróbica, agregó.
Impuesto a fines de marzo, el bloqueo del coronavirus en Australia golpeó duramente a la industria cervecera. En mayo, Lion Beer Australia, una de las cervecerías más grandes del país, dijo que estaba vaciando 90.000 barriles, o 4,5 millones de litros, de cerveza no deseada, según 7News.
La cerveza se vertió en las plantas de tratamiento de aguas residuales en sus fábricas de cerveza en todo el país para crear biogás, que se puede utilizar para elaborar cerveza nueva.