El coronavirus de 2013 que mató a 8 millones de cerdos: lo que podemos aprender
Las prácticas que ayudaron a contener al PEDv podrían ser lecciones para la epidemia actual de coronavirus
Un mortal coronavirus ya hizo de las suyas en 2013, expandiéndose en 32 de los 50 estados de Estados Unidos y cobrándose la vida de ocho millones de... chanchos o cerdos.
El coronavirus que generó un grave crisis en la indistria porcina estadoundense fue llamado virus de la diarrea epidémica porcina (PEDv).
Vale aclarar que este patógeno no es peligroso para los humanos, aunque estos pueden transportarlo. No obstante no afectó a ningún hombre, la manera en que se controló y se redujeron los casos pueden dar algunas lecciones para afrontar la pandemia que viene generando el nuevo coronavirus actualmente, el SARS-CoV-2.
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Leer másHubo varias medidas, pero acaso la más importante y efectiva inmplicó la conducta de quienes trabajaban en las granjas de cerdos y en todas las industrias alrededor (proveedores, veterinarios, técnicos, etc.): limpieza, desinfección y aislamiento.
En declaraciónes a Smithsonian Mag, Michaela Trudeau, investigadora de coronavirus animal en la Universidad de Minnesota indica que estas acciones "son un conjunto de cosas a las que recurrimos una y otra vez para mantener a nuestros cerdos seguros". ¿Suena familiar?
"Todo se reduce a la cooperación", dice Trudeau. "Cuantas más personas trabajen para contenerlo, mejor estaremos", agrega cuando busca relacionar las soluciones que dieron para mitigar la expansión al PEDv y que pueden servir para controlar al causante del covid-19.
El PEDv atacó sobre todo a los lechones recién nacidos, que padecían de severas diarreas y cuadros de deshidratación. Si bien la mayoría de cerdos adultos no presentaban síntomas, sí se infectaba y, por lo tanto, eran agentes de contagio. Lo mismo pasaba con los humanos: transportaban el virus, adheridos a su ropa, sus zapatos y sus vehículos, a las distintas granjas, si se trataba de distribuidores de alimento u otros insumos necesarios para la crianza de cerdos, por ejemplo.
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Leer másFue así que, recuerda Trudeau, todo traslado hacia y desde una granja estaba sujeto a un intenso control. Todos los cerdos y las personas tuvieron que ser tratados como posibles vectores de enfermedades.
Scott Kenney, investigador de coronavirus animal en la Universidad Estatal de Ohio recuerda que se limitó el acceso a las granjas de personas ajenas al lugar, incluidos los representantes de ventas, y las personas tenían que cambiarse de ropa antes de entrar.
Debido a que el interior de los camiones era especialmente difícil de limpiar, los conductores que transportaban suministros ya no abandonaban sus vehículos, pidiendo al personal de la granja que realizaran la descarga ellos mismos. Y cualquier persona que haya pasado recientemente un tiempo en un lugar muy poblado de cerdos, como una feria del condado, esperaría al menos 72 horas antes de pisar un establecimiento porcino, una forma de autoaislamiento.
La epidemia comenzó a disminuir. En unos ocho meses las medidas comenzaron a ser menos estrictas. El virus ha reaparecido en años posteriores, pero siempre en niveles controlables. Incluso los cerdos que sobrevivieron a la primera epidemia se volvieron inmunes a infectarse nuevamente. La clave: cuando aparece, se retoman las medidas ya señaladas de forma preventiva.
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Leer másEn resumen, si bien el SARS-CoV-2 y el PEDv pertenecen a la misma familia, los dos virus se dirigen a diferentes huéspedes y a diferentes partes del cuerpo, hay acciones similares para contrarrestarlos.
Contener una enfermedad infecciosa, como el COVID-19 o la generada por el PEDv en los cerdos, depende de un conjunto común de principios que promueva la conciencia sobre la transmisión, minimizar la contaminación de superficies y materiales, y defender la efectividad de practicar una buena higiene, dice Montserrat Torremorell, experta en salud animal de la Universidad de Minnesota.
Para los humanos, seguir esa estrategia contra el actual coronavirus incluye cumplir con las medidas de distanciamiento físico, limpiar y desinfectar con frecuencia y tomar precauciones en ausencia de síntomas, dice Trudeau. Además, adoptar estas tácticas ahora podría ayudar a preparar a la población para su próximo brote.