COVID-19 y tuberculosis: ambas enfermedades deben ser verificadas al diagnosticar, según estudio
Por sus similitudes, una reciente investigación científica hace hincapié en el diagnóstico de ambas condiciones para tratarlas de la forma correcta
El coronavirus y la tuberculosis son dos afecciones distintas con varias similitudes y que, según una investigación publicada por la prestigiosa revista The Lancet, deben tomarse en cuenta por igual para ser tratadas en el que contexto actual.
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Leer másEn el caso del coronavirus, los principales síntomas incluyen dificultad respiratoria y dolor de pecho, pero además puede presentarse fiebre o malestar. Algo similar ocurre con la tuberculosis que también se manifiesta a través de alguno de estos síntomas, a los que suma generalmente tos y expectoración de sangre. Y en ambos casos, el mecanismo de infección se enfoca en los pulmones, pero también puede afectar a otros órganos.
Con todos estos datos, el estudio señaló que un análisis en 49 pacientes con ambas enfermedades determinó que a un 53,% se les diagnosticó tuberculosis antes que el nuevo coronavirus, al 28,5% inicialmente COVID-19 y al 18,3% las dos patologías a la vez.
El punto de los investigadores es determinar el nivel de atención actual que se le da a la tuberculosis. Antes de la llegada de la pandemia, esta enfermedad estaba asociada con la carga más alta de mortalidad global causada por una enfermedad infecciosa; sin embargo, la redirección de recursos hacia la reducción de la COVID-19 ha dado lugar a temores legítimos de que se desatendieran los programas de control de la tuberculosis.
Los autores Karen Keddy, Giovanni Migliori y Martie Van Der Walt añaden: “Debe ser una condición indispensable que se soliciten ambas pruebas en el momento de la consulta, especialmente si hay síntomas y signos concomitantes que apuntan a tuberculosis".
Esto busca evitar que mientras un paciente con síntomas ligados al coronavirus y que posteriormente haya dado positivo a dicha prueba, sea atendido solo en ese aspecto sin tener conocimiento que también podría tratarse de tuberculosis.
“Es por ello que se deben movilizar recursos para asegurar que haya una capacidad de prueba adecuada para las dos enfermedades más allá del diagnóstico final, se deberán tomar los pasos apropiados para el rastreo de contactos siguiendo las pautas nacionales y de la OMS, asegurando que los responsables del rastreo de contactos cuenten con equipo de protección personal completo y apropiado”, advierte The Lancet.
Según datos de la Organización Panamericana de Salud (OPS), en 2018 Ecuador ocupó el décimo puesto en el ranking de países con más casos de tuberculosis en América Latina, con cerca de 7.000 infectados, es decir el 3% del total de diagnósticos en la región.