Descubren una especie de artrópodo de 450 millones de años, preservada en “oro”
Un fósil dorado revela detalles de los primeros artrópodos y su evolución hasta los días actuales
Un equipo internacional de científicos ha realizado un hallazgo excepcional: un fósil de una nueva especie de artrópodo que vivió hace aproximadamente 450 millones de años. Este antiguo pariente de las arañas y escorpiones fue encontrado en un yacimiento de Nueva York, en un estado de conservación tan asombroso que parece haber sido embalsamado en oro.
La peculiar preservación se debe a la pirita de hierro, conocida también como “oro de los tontos”, un mineral que sustituyó las estructuras corporales del fósil y le otorgó su característico color dorado.
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Leer másEl gran hallazgo de esta especie
El hallazgo se produjo en el yacimiento conocido como el ‘Lecho de trilobites de Beecher’, un lugar famoso por la preservación tridimensional de organismos antiguos.
Gracias a la pirita de hierro que envolvió al fósil y llenó cada parte de su cuerpo, este se conservó con un detalle extraordinario.
Los fósiles de este tipo, además de ser visualmente impresionantes, permiten a los científicos estudiar aspectos de la anatomía que en otros casos no se conservarían tan bien.
Las características de este antrópodo
Bautizada como Lomankus edgecombei en honor al paleontólogo Greg Edgecombe, esta nueva especie pertenece al grupo de los megacheiranos, artrópodos que se distinguían por poseer un gran apéndice frontal que les ayudaba a capturar presas.
Sin embargo, los estudios iniciales sugieren que Lomankus usaba su apéndice de manera distinta. En lugar de cazar activamente, este artrópodo habría utilizado un apéndice delgado y flexible en forma de látigo para explorar su entorno, probablemente debido a la oscuridad y escasez de oxígeno del lugar donde habitaba.
Este descubrimiento aporta pistas sobre la evolución de los apéndices en artrópodos actuales, como las antenas de insectos y crustáceos o las pinzas de arañas.
Este fósil también brinda información crucial sobre cómo los artrópodos de su época desarrollaban apéndices especializados, lo cual marcó una ventaja evolutiva que contribuyó a su éxito como el grupo de animales más diverso del planeta.
¿Se necesitan realmente 21 días para crear un hábito? La verdad del popular mito
Leer másEn el caso de Lomankus, la falta de ojos sugiere que dependía de su apéndice frontal para percibir el entorno, indicando un estilo de vida diferente al de otros megacheiranos del período Cámbrico.
¿Cómo lo descubrieron?
Para explorar estos fósiles dorados en detalle, los científicos utilizaron una avanzada técnica de tomografía computarizada. Al escanear el fósil con miles de imágenes de rayos X, pudieron reconstruir una vista en tres dimensiones de su anatomía, revelando detalles internos invisibles a simple vista.
Este proceso no solo preserva el fósil sin dañarlo, sino que también abre una ventana sin precedentes para estudiar los detalles anatómicos de los primeros habitantes de la Tierra.
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