La evolución tecnológica del amor: ¿es tiempo de las parejas robóticas como Aria?
Los robots de compañía prometen acabar con la soledad. ¿Serán también capaces de reemplazar al amor real?
Encontrar el amor no es tarea fácil para nadie. Y el que diga lo contrario, miente. Es así que, desde siempre, los humanos usamos todas las herramientas a nuestra disposición para facilitar la tarea o simplemente para conocer amigos.
Aria, la robot “excesivamente atractiva” que quiere acabar con la soledad
Leer másAntes de Internet, los clasificados en la prensa funcionaban como la principal plataforma -alternativa- para conocer pareja, luego llegaron los sitios web (salas de chat como mIRC) y más tarde las apps móviles como Tinder.
Hoy, los servicios siguen evolucionando y no solo nos ofrecen miles de candidatos, sino también algoritmos que prometen elegir a las mejores opciones para hacer de esa búsqueda constante algo más sencillo. Por ejemplo, existen aplicaciones que nos emparejan según nuestros gustos musicales, disgustos, geolocalización, intereses, deportes y más.
La manera de conocer gente cambió y en el camino nos libramos de muchos límites, incluidos los físicos y sociales, que condicionaban a qué personas conocíamos y a cuáles no; porque simplemente nunca nos cruzaríamos por su mano.
Las opciones aumentaron, pero el juego de fondo es el mismo, al menos hasta que lleguen los robots de compañía... Esperen, ya existe y se llama Aria, la cual promete algo mucho más ambicioso: compañía personalizada, empatía simulada y, quizás, una nueva forma de amor.
En esta era, la idea del romance cambia radicalmente. Robots como Aria no solo responden a nuestras necesidades emocionales, sino que aprenden de ellas, moldeándose para ser la pareja ideal. ¿Quieres largas conversaciones sobre arte? Aria las tiene. ¿Prefieres alguien que no hable mucho pero esté presente? También lo hará. La tecnología nos lleva a un escenario en el que nunca estamos realmente solos, pero ¿a qué costo? La conexión humana, con toda su imperfección y profundidad, parece enfrentarse a un competidor que no se cansa, no se frustra y siempre está disponible.
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Leer másEl amor, tradicionalmente caótico, lleno de contradicciones y aprendizaje mutuo, corre el riesgo de ser reemplazado por una relación perfecta pero predecible. No habrá silencios incómodos, discusiones o reconciliaciones apasionadas. En cambio, podríamos encontrarnos en una burbuja de confort que nos aleje de las complejidades de las relaciones humanas, esas mismas complejidades que nos hacen crecer, cambiar y, finalmente, amar.
Sin embargo, esta revolución tecnológica también plantea preguntas importantes: ¿Es realmente el amor algo que se pueda programar? ¿Puede un robot entender el dolor, el sacrificio o la euforia de amar? Tal vez, en un mundo lleno de inteligencias artificiales que prometen ser todo lo que deseamos, el mayor acto de rebeldía sea regresar al amor en su forma más humana: imperfecto, impredecible y maravillosamente real.
Cronología de la tecnología en el amor
1700: Los clasificados en los diarios
La tecnología está al servicio del amor desde hace siglos. En el 1700, algunos hombres comenzaron a publicar avisos en los clasificados de los diarios para encontrar pareja. Esta práctica se popularizó rápidamente, aunque no estuvo exenta de problemas: surgieron perfiles falsos y estafas. Más de un interesado fue engañado por cartas que prometían ser de una dama joven y adinerada, pero que solo buscaban obtener beneficios.
Siglo XX: Avisos en televisión y mensajes de texto
Con el tiempo, los avisos evolucionaron. En el siglo XX, se trasladaron del periódico a la televisión, y con la llegada de los mensajes de texto, se hicieron aún más accesibles. En países de habla inglesa, las siglas de tres letras se usaban para describir a los candidatos de forma breve y económica: "SLF 22 for SBM" (mujer latina soltera de 22 años busca hombre moreno soltero) fue un código común.
1965: El amor conoce a las nuevas tecnologías
En 1965, un grupo de estudiantes de Harvard creó la Operación Match, el primer intento de usar una computadora para identificar parejas compatibles. Utilizando una IBM 1401, los usuarios pagaban tres dólares para llenar un formulario y recibir los resultados por correo tradicional. Era el comienzo de los algoritmos en el amor.
1990: Internet y las salas de chat
La llegada de Internet revolucionó la manera de conocer personas. Las salas de chat y los foros se convirtieron en puntos de encuentro virtuales, y en 1995 surgió Match.com, el primer sitio dedicado exclusivamente a citas online. Para 2002, la plataforma ya contaba con 26 millones de usuarios, marcando el inicio de una industria multimillonaria.
2009: Citas por geolocalización
En 2009, Grindr introdujo un nuevo modelo de citas, utilizando la geolocalización como herramienta principal. Aunque inicialmente se dirigió a hombres homosexuales, este modelo marcó un hito que influiría en muchas otras aplicaciones de citas en los años siguientes.
2009: Citas por geolocalización
Tinder revolucionó el mundo de las citas con su sistema de doble aceptación y la introducción del "swipe" para aceptar o rechazar candidatos. Creada por Sean Rad y Justin Mateen, la app se basó en la premisa de que las personas se sienten más cómodas interactuando con alguien que también ha mostrado interés.
2025: Llega Aria de Realbotix
El amor da un paso más hacia la inteligencia artificial con la llegada de Aria, un robot de compañía desarrollado por Realbotix. Aria promete no solo ser una pareja ideal, sino también aprender de las emociones y necesidades de su dueño para ofrecer compañía cercana y personalizada. Este avance redefine el concepto de conexión emocional y plantea nuevas preguntas sobre el futuro del amor humano.
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Leer más2030: ¿Un futuro sin sexo?
Pese a los avances tecnológicos en las relaciones, un estudio de David Spiegelhalter predice que, para 2030, las parejas podrían dejar de tener sexo debido al apego obsesivo a la tecnología. Según sus estadísticas, el promedio de encuentros sexuales ha disminuido drásticamente desde 1990, y esta tendencia podría continuar.
2050: Las bodas con robots
Para mediados del siglo XXI, el escritor David Levy pronostica un mundo donde las bodas entre humanos y robots serán una realidad. Historias como la del empresario japonés Senji Nakajima, quien dejó a su familia por vivir con una muñeca llamada Saori, ya anticipan este futuro, en el que las líneas entre el amor humano y artificial se desdibujan por completo.
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