
Una forma sencilla de buscar vida alienígena: detectar movimiento
Un estudio de investigadores alemanes encontrar microbios en otros mundos utilizando un cebo molecular
La búsqueda de vida alienígena ha tomado diversas formas, como el estudio de posibles señales tecnológicas, el análisis de condiciones de habitabilidad o la presencia de agua o compuestos químicos propios de los seres vivos. Todas ellas indirectas; hasta hoy, una única misión espacial ha buscado vida in situ directamente, y sus resultados fueron contradictorios porque, dicen los científicos, es complicado diseñar experimentos biológicos concluyentes que funcionen por sí mismos a millones de kilómetros del laboratorio más cercano.
Ahora, un nuevo estudio publicado en febrero de 2025 en Frontiers in Astronomy and Space Sciences indaga en una vía sugerida largo tiempo atrás, pero aún poco explorada: si un rasgo de los seres vivos es que se mueven, ¿por qué no intentar detectar ese movimiento?
¿VIDA EN MARTE?
(También les puede interesar: Los comportamientos inéditos de un agujero negro intrigan a los astrónomos)
En 1976 se halló vida en Marte. O eso se creyó, hasta que un segundo experimento echó por tierra la conclusión del primero. Ambos resultados fueron producto de las dos sondas gemelas de la NASA Viking 1 y 2, las primeras que lograban posarse en la superficie marciana intactas y funcionales. En plena época de optimismo sobre la búsqueda de vida alienígena, las Viking iban equipadas para esclarecer al primer intento si había microbios en Marte.
Por desgracia, si algo demostraron los resultados, es que no era tan sencillo. Uno de los experimentos de las Viking inyectó nutrientes a muestras de suelo para analizar si liberaban CO2, un signo de actividad metabólica y, por tanto, de algo vivo.
Las dos sondas detectaron que así era. Pero la euforia inicial se desinfló cuando otro experimento destinado a examinar la presencia de moléculas orgánicas, compuestos de carbono en los que se basa la vida, arrojó un resultado negativo en ambas sondas (erróneo, dado que sí existen).

Aunque algunos científicos siguen defendiendo que las Viking encontraron vida marciana, la visión más aceptada es que el primer experimento detectó una oxidación de origen geológico, no biológico.
El pinchazo de las Viking enfrió el entusiasmo respecto a la búsqueda directa de vida en otros mundos, cuando la complejidad de encontrar experimentos inequívocos para confirmar la presencia de microbios vivos aconsejó centrarse en análisis de habitabilidad, de posibles biofirmas indirectas y, si acaso, de restos de vida antigua.
“La mayoría de las misiones se han dirigido a Marte, donde la gente asume que cualquier vida fue extinguida, y el reto de detectar bacterias extintas ha primado”, comenta la física Jay Nadeau, que dirige un laboratorio en la Universidad Estatal de Portland dedicado a desarrollar instrumentos para detectar vida extraterrestre con financiación de la NASA y otras instituciones.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!