¿Por qué los gatos no toleran el agua ni los baños?

Mientras los dueños de gatos enfrentan el desafío de mantener a sus mascotas limpias, una pregunta sigue intrigando a los amantes de los felinos: ¿por qué los gatos odian tanto el agua y bañarse? Este comportamiento, que genera risas y frustraciones entre los dueños, tiene raíces profundas en la biología y la historia evolutiva de estos animales, según expertos en comportamiento felino.

Un legado de sus ancestros

Los gatos domésticos descienden de felinos salvajes que habitaban regiones áridas de África, como el gato montés africano (Felis lybica), donde el agua era escasa. Según un estudio de la Universidad de Bristol publicado en 2024, esta falta de exposición al agua durante milenios hizo que los gatos no desarrollaran una afinidad natural por ella. Además, su pelaje, diseñado para mantenerse seco y aislante, se empapa fácilmente, lo que les genera incomodidad. "También se debe a que los antepasados de nuestros gatos eran originalmente animales desérticos y de climas más secos" señala un resumen de esta teoría evolutiva.

La incomodidad del baño

Bañar a un gato suele ser una batalla porque el agua altera su control térmico y su rutina de aseo. Los gatos son meticulosos con su limpieza, usando su lengua para mantener el pelaje en orden, un proceso que también regula su temperatura. Cuando se mojan, el agua pesa su pelaje y los hace sentir vulnerables, explica un artículo de CatsChef. Además, el sonido del agua corriente o un secador puede asustarlos, ya que son sensibles al ruido. "El sonido del secador de pelo es como el sonido de un taladro dental cuando ya estás ansioso," describe HICC Pet, destacando cómo el estrés se suma a la experiencia.

Sin embargo, no todos los gatos odian el agua: razas como el Maine Coon o el Bengal a veces disfrutan de salpicaduras, según Dutch. Pero una mala experiencia, como un baño forzado, puede generar un trauma duradero. "Al igual que los humanos, los gatos pueden sufrir trastorno de estrés postraumático" advierte HICC Pet, sugiriendo que forzar un baño puede empeorar su aversión. Para los dueños, la clave está en la paciencia y en evitar baños innecesarios, ya que los gatos suelen mantenerse limpios por sí mismos.

Trucos y consejos para bañar a tu gato

Bañar a un gato puede ser una tarea complicada si no sabes cómo hacerlo de forma correcta. La clave está en la paciencia, la preparación y la forma en la que lo introduces al agua:

• Presentarle el agua desde pequeño: puedes usar un paño húmedo para simular el proceso, como recomienda Dutch. De esta manera, se familiariza con la sensación sin que sea algo traumático.

• Habla con un tono suave y evita movimientos bruscos. CatsChef aconseja llenar la tina con apenas 5 cm de agua tibia y nunca sumerjas al gato por completo.

• Un truco útil es distraer al gato con juguetes o snacks durante el baño. Esto lo mantendrá ocupado y disminuirá el estrés. Si notas que se altera demasiado, es mejor detenerte. Forzarlo puede generar más rechazo en el futuro.

• Al finalizar, sécalo con una toalla suave y evita usar el secador, ya que el ruido suele asustarlos. De esta forma, el baño será una experiencia más tolerable tanto para el gato como para ti.

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