Unos creen que es el nuevo camino del marketing por influencia. Otros reclaman la parte humana

Las influencers por computadora

Unos creen que es el nuevo camino del marketing por influencia. Otros reclaman la parte humana

Las influencers del momento no asisten a eventos de ninguna marca, no caminan por las calles, no tienen días malos, no se olvidan de sus posteos, cumplen con calendarios específicos, por nada quedan mal con sus anunciantes... Y sobre todo se llevan gran parte del presupuesto que las grandes firmas destinan para publicitar sus productos en redes sociales.

Representan la perfección que alcanza una máquina, pero también su frialdad. No existen, ni respiran y han sido diseñadas por computadora a gusto de sus creadores. Ellas son Miquela Sousa y Shudu Gram.

La primera tiene más de un millón de seguidores y luce marcas como Prada y Chanel, también canta y tiene sus éxitos en Spotify. Además utiliza su cuenta para apoyar causas sociales y hacer activismo, un verdadero plus ante los influencers de la vida real (muy pocos aportan contenidos que muevan conciencias). Su perfección se debería a que uno de sus representantes trabaja para Brud, una compañía de robótica e inteligencia artificial.

La segunda es Shudu, la primera supermodelo digital. No tiene más de un mes en Instagram, ya pasa los 100 mil seguidores y grandes marcas como Puma ya le entregan su dinero. Detrás de su imagen está Cameron-James Wilson, que asegura que creó a la modelo como una obra de arte, y nunca con la idea de convertirla en una superestrella virtual.

¿Son los influencers virtuales el nuevo camino del marketing? Algunos publicistas locales creen que estas modelos digitales carecen de la parte humana que permite a la audiencia identificarse con ellas, establecer un vínculo emocional e interesarse por los productos que recomiendan. Otros ven en esta opción la alternativa para dejar de lidiar con egos indomables y evitar los errores dentro de una campaña.

@shudu.gram, la modelo que engañó a sus seguidores

Shudu Gram tiene más de 115 mil seguidores en Instagram, gracias a que “trabajaba” como modelo para firmas como Fenty x Puma, la línea deportiva de Rihanna. Se trata de la primera supermodelo digital como la llama su creador, el fotógrafo James Wilson, quien firma los contratos por ella y se hace cargo de responder a los seguidores. Dice que sus proporciones tan perfectas hacen dudar a cualquiera.

@lilmiquela, la ‘evangelizadora’ que no existe

Miquela Sousa, conocida como Lil Miquela, es la primera influencer digital, hecha a base de fotografía y render, según las teorías. Además de ser conocida como “influencer”, Miquela, de 19 años, es una cantante y modelo que ya tiene un par de sencillos en Spotify y hasta con Prada. Y por si no fuera poco es una activista social que se manifiesta por los derechos LGBT y los afroestadounidenses.

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BIG MIQUI

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