
Trabajo y creatividad: la inteligencia artificial como herramienta para el presente
En un entorno laboral cada vez más competitivo y automatizado, la inteligencia artificial no es el enemigo
Lejos de ser una amenaza, la inteligencia artificial (IA) se está consolidando como una aliada estratégica para profesionales de todas las áreas. Su incorporación en los entornos laborales no significa reemplazo humano, sino evolución. La IA permite optimizar procesos, automatizar tareas repetitivas, potenciar la creatividad y, sobre todo, liberar tiempo para enfocarse en actividades más estratégicas.
Entre las habilidades que pueden potenciarse con el uso de herramientas basadas en IA están el análisis de datos, la toma de decisiones informadas, la generación de contenido y la automatización de flujos de trabajo. Por ejemplo, plataformas como Power BI, Tableau o incluso Python con complementos de IA permiten procesar grandes volúmenes de información y extraer patrones significativos. Otros, como ChatGPT, Copilot o Bard, ofrecen apoyo en procesos de análisis, redacción, síntesis de información y generación de ideas.
El uso estratégico de la IA en el trabajo
“La IA no viene a quitarte tu trabajo… viene a quitarte lo aburrido de tu trabajo”, afirma Daniel Noblecilla, director creativo de la agencia MyBusiness+, quien promueve el uso consciente y estratégico de estas tecnologías. Según él, el primer paso es experimentar: "Empieza con pequeños retos: automatiza un informe, genera una lluvia de ideas con IA, crea un aviso visual para una campaña. Mientras más lo practica, más te vas a dar cuenta de su poder".
La creatividad, por ejemplo, también se puede ver amplificada. Herramientas como DALL·E, Runway o Notion AI permiten desbloquear ideas y prototipar soluciones en minutos. Para quienes no son diseñadores o programadores, plataformas como Canva con funciones de IA, Zapier, Make o incluso Excel con inteligencia artificial abren nuevas posibilidades de automatización sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
¿Cómo aumenta la IA mi productividad?
En cuanto a la productividad, la IA se integra fácilmente en las rutinas diarias. Desde la programación automática de publicaciones en redes sociales con asistentes como Buffer AI o Hootsuite AI, hasta la generación de respuestas automáticas para correos electrónicos frecuentes. Además, la IA puede procesar documentos complejos, como contratos o informes, clasificando y resumiendo datos en segundos. Incluso en atención al cliente, los chatbots impulsados por IA, como Intercom o Drift, ya ofrecen soporte todo el día, con respuestas ajustadas al comportamiento del usuario.
La ética laboral con el uso de la IA
Sin embargo, el uso de estas herramientas también requiere responsabilidad. Transparencia, ética y protección de datos son claves para un uso profesional. "Debemos ser honestos. Si una parte del trabajo fue generada con IA, hay que decirlo. El problema no es usar la herramienta, el problema es ocultarlo o no revisar lo que genera", señala Noblecilla. También recuerde que la responsabilidad final siempre recae en el profesional, no en la máquina.
Otros aspectos éticos importantes incluyen la privacidad (evitar el uso de información sensible en sistemas no cifrados) y el análisis crítico de los modelos que se utilizan, ya que muchos pueden contener sesgos. No todo lo que dice la IA debe aceptarse como verdad. Se necesita criterio, revisión y contexto.
La inteligencia artificial ya no es una promesa del futuro, sino una herramienta del presente. Quienes aprendan a integrarla con criterio, ética y creatividad no solo optimizarán su desempeño, sino que volverán profesionales más relevantes y resilientes en un entorno cambiante. Porque, como bien se repite en la nueva era digital, la IA no reemplazará tu talento… pero alguien que sepa usarla, sí podría.
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