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La prospección minera del espacio, meta de esta nueva e incipiente industria, consiste en extraer minerales del cinturón de los más de 9.000 asteroidesefe

Minería espacial, una actividad industrial fuera de la Tierra

Esto es un desafío en el que ya trabajan ingenieros, políticos y empresarios

La minería espacial, la explotación de asteroides y otros planetas o cuerpos fuera de la Tierra, es una actividad vista hasta la fecha en la ficción. Solo películas como 'Armagedon', del estadounidense Michael Bay, en la que se perfora un asteroide para evitar el impacto contra la Tierra, nos acerca hoy a una nueva, beneficiosa e interesante actividad industrial, un complemento inagotable para las necesidades futuras de nuestro planeta y un desafío en el que ya trabajan ingenieros, políticos y empresarios.

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La prospección minera del espacio, meta de esta nueva e incipiente industria, consiste en extraer minerales del cinturón de los más de 9.000 asteroides que cada año pasan cerca de la Tierra y que según los expertos, en algunos es más sencillo aterrizar que en la Luna.

Es la denominada nueva fiebre del oro de los asteroides, una importante reserva de materias primas de elementos como agua, platino, cobalto, antimonio, zinc, estaño, plata, plomo, indio, oro o cobre, recursos que se agotan en nuestro planeta y cuya extracción en él es cada vez más contaminante para el futuro de la humanidad.

De hecho, se 'presupone' ya que algunos asteroides contienen hierro, níquel o cobalto suficiente para cubrir las necesidades de la Tierra durante más de 3.000 años.

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Tampoco se descarta esta actividad minera en astros más lejanos, como cometas o satélites de planetas como Júpiter, ricos algunos de ellos en hidrocarburos.

Pero si bien la falta aún de tecnología adecuada, añadido a la logística para reportar lo excavado a la Tierra hacen por el momento inviable esta actividad, las empresas y los países se preparan, no obstante, y compiten, para lo que entienden es ya una realidad: acceder a estas materias en un futuro no lejano.

asteroide
A las anteriores se sumaron posteriormente Emiratos Árabes Unidos, en 2020 y Japón, en 2021efe

Algunos países ya han legislado.

Fue a principios de los años 90 del siglo pasado cuando se comenzó a desarrollar el concepto de ‘minería espacial’, pero tuvieron que pasar unos años hasta que el 25 de noviembre de 2015, el presidente de EE. UU., Barack Obama, firmó la Ley de Competitividad de Lanzamientos Espaciales Comerciales (Asteroid Act), que anteriormente se había aprobado por el Congreso y que permitía a las compañías estadounidenses la explotación minera espacial, la apropiación de asteroides y la de ‘otros recursos’.

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Esa ley, la primera en esta materia, dejaba claro el derecho a ‘poseer, transportar, usar y vender’, a quien extraiga los recursos de esas rocas espaciales, evitando entrar en conflicto con el Tratado del Espacio Exterior, suscrito en el seno de la ONU en 1967, dos años antes de que el hombre llegara a la Luna, que prohíbe a las sociedades reclamar como propios territorios en el espacio.

En esa dirección legisló dos años después Luxemburgo, el primer país de Europa y el segundo del mundo, en dotarse de una ley similar, y que al igual que la anterior, garantiza a las empresas privadas, registradas en el país, muchas de ellas curiosamente estadounidenses, la propiedad sobre los recursos espaciales que exploten, pero una vez extraídos.

A las anteriores se sumaron posteriormente Emiratos Árabes Unidos, en 2020 y Japón, en 2021

Y precisamente la Luna, el satélite de la Tierra más estudiado hasta la fecha, y al único al que ha llegado el hombre, está también en el punto de mira inmediato de la minería orbital.

Para la Luna, la NASA prepara la misión Artemisa, el nombre que la diosa griega, hermana gemela de Apolo, dios del Sol, da al satélite terrestre, para llevar de nuevo allí al ser humano y crear un asentamiento permanente, que facilite la prospección y explotación de los abundantes recursos de su superficie.

Según lo aportado en los viajes lunares, el astro más brillante del cielo nocturno alberga bienes escasos o que no tiene la Tierra, como Helio-3 o tritio, gases que en el futuro tienen posibilidad de ser una fuente de energía verde para la fusión nuclear.

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