Las partículas de humo de los incendios pueden erosionar la capa de ozono
Los incendios australianos ampliaron el agujero de ozono en un 10 por ciento en 2020.
Las partículas de humo de los incendios forestales pueden erosionar la capa de ozono, según un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), un incendio forestal puede bombear humo a la estratosfera, donde las partículas quedan a la deriva durante más de un año y mientras permanecen suspendidas, pueden desencadenar reacciones químicas que erosionan la capa de ozono, encargada de proteger a la Tierra de la dañina radiación ultravioleta del sol.
El equipo identificó una nueva reacción química por la cual las partículas de humo de los incendios forestales australianos empeoraron el agotamiento del ozono.
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Leer másAl desencadenar esta reacción, los incendios contribuyeron probablemente a reducir entre un 3 y un 5% el ozono total en las latitudes medias del hemisferio sur, en las regiones que cubren Australia, Nueva Zelanda y partes de África y Sudamérica.
Las simulaciones computacionales de los investigadores también indican que los incendios afectaron a las regiones polares, erosionando los bordes del agujero de ozono sobre la Antártida.
"Esperemos que los compuestos que contienen cloro hayan sido destruidos, antes de que la frecuencia de los incendios aumente con el cambio climático"
Pese a los signos de recuperación, este estudio del MIT sugiere que mientras estas sustancias químicas persistan en la atmósfera, los grandes incendios podrían desencadenar una reacción que agotara temporalmente el ozono.
"El efecto de los incendios forestales no se había tenido en cuenta antes en las proyecciones de recuperación del ozono y creo que ese efecto puede depender de si los incendios se hacen más frecuentes e intensos a medida que se calienta el planeta", señala Susan Solomon.
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Leer másEl nuevo estudio amplía un descubrimiento realizado en 2022 por Solomon y sus colegas, en el que identificaron por primera vez un vínculo químico entre incendios forestales y agotamiento del ozono.
Entonces descubrieron que los compuestos que contienen cloro, emitidos originalmente por las fábricas en forma de clorofluorocarburos (CFC), podían reaccionar con la superficie de los aerosoles de los incendios.