En Ruta: Mantenga una aceleración segura
La suciedad que pueda almacenar este sistema puede provocar que su auto se apague; límpielo cada 20.000 km
La falla del cuerpo de la aceleración en un automotor suele confundirse con un problema eléctrico, porque de un momento a otro el vehículo pierde potencia y se apaga. No obstante, es factible volverlo a encender y emprender marcha, pero cuando se realiza el cambio de velocidades el carro no desarrolla.
Suficiente con que el vehículo vuelva a encender para descartar un problema eléctrico, aseguran profesionales en mecánica automotriz, y explican que este componente del automotor bloquea su normal desarrollo cuando se obstruye por acumulación de hollín.
Pero, ¿cómo detectar que el cuerpo de aceleración está en mal estado? Luis González explica que entre las alertas está la pérdida de potencia, el consumo exagerado de combustible y humo denso en el tubo de escape. De ahí que lo recomendable, sugieren los expertos, es hacerle mantenimiento al menos cada 20 mil kilómetros; además, refieren que se deben también limpiar los inyectores, el filtro de combustible y el depurador.
“Cuando el cuerpo de aceleración está extremadamente sucio, lleno de hollín, el vehículo se apaga, después se acelera y desacelera sin que el conductor le presione el pedal. En sí, el relantí (revoluciones por minuto) se altera”, explica, e indica que, cuando se realiza la limpieza, también se deben renovar las válvulas IAC (actuador de control de aire) y la TPS (sensor de posición del acelerador), que es el sensor de la mariposa que está en permanente movimiento.
La función fundamental del cuerpo de aceleración, refiere Eduardo Méndez, es permitir el ingreso de aire al motor conforme se active el pedal del acelerador del vehículo. “La mayoría de carros puede volver a encender cuando recién se presentan las fallas, no obstante existen otros que se bloquean y no vuelven a prender más”, expresa.
Además, explica que los vehículos modernos son netamente electrónicos, entonces el funcionamiento está concentrado en un componente. “En los carros nuevos el cuerpo de aceleración depende de un solo cuerpo, desde donde se controla la IAC, la TPS. Por su condición la limpieza debe realizarse con mucho más cuidado”, recomienda.
La principal razón es que si es mal manipulado por el técnico que ejecuta la limpieza, necesitará de una regulación para que vuelva a funcionar como indica su fabricante, dice el profesional con más de 20 años de experiencia en la actividad.
En talleres especializados de Guayaquil, la limpieza del cuerpo de aceleración cuesta entre 25 y 35 dólares, dependiendo del modelo del vehículo; e incluye la revisión de los inyectores y del filtro de combustible.
