En Ruta: Rotar las llantas alarga la vida útil de su automotor

Rotar las llantas del vehículo (de adelante hacia atrás) para conseguir un desgaste uniforme, es una práctica común. No obstante, hay quienes desconocen el beneficio de esa opción que alarga la vida útil del juego de neumáticos; y que se recomienda hacerla tras recorrer de 8.000 a 10.000 kilómetros.

Regularmente el rápido desgaste de las llantas se da por conducir distancias extensas, por el exceso de velocidad, o por transportar cargas pesadas, sostiene Efraín González, mecánico, quien explica que las ruedas delanteras se desgastan antes por el peso de motor.

Pese a ello, la afectación también podría ocasionarse por la baja o alta presión de aire en las llantas, fallas en la dirección del vehículo o el mal estado de los amortiguadores. “Es vital observar la recomendación que hace el fabricante sobre las libras de aire que debe tener cada neumático”, dice el profesional.

La rotación no es posible, añade, cuando el automotor posee ejes distintos adelante y atrás. “Cuando la rueda trasera es algo más grande (poco común) no puede hacerse la rotación, sino el cambio de cada par de neumáticos; caso contrario afecta la suspensión”, detalla.

González aclara que si un conductor opta por la rotación para extender la vida útil de las llantas, también debe acudir a su taller de confianza y hacer correctivos, como la alineación o cambiar los amortiguadores.

A esa asistencia del automotor debería agregársele el servicio de alineación y balanceo de cada rueda, análisis técnicos-mecánicos que también deben hacerse cada que se realiza la rotación de los neumáticos.

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Todos recuerdan que una llanta en mal estado puede ocasionar un siniestro. Diego Naranjo, experto en educación y seguridad vial, dice que cada conductor debe hacer conciencia que los neumáticos son el primer punto de contacto del vehículo con la calzada, por tanto se deben extremar las medidas y circular con llantas en buen estado, entre ello tener un labrado que pueda expulsar acumulación de agua cuando llueve y que tenga agarre a la calzada.

“Un neumático bajo no solo consume más combustible, pues exige más energía al vehículo, sino que disminuye el coeficiente de rozamiento con la vía, lo cual puede ocasionar pérdida de pista”, concluye Naranjo.

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