
El streaming: presente y futuro del ocio digital
El streaming transformó el entretenimiento digital, permite la transmisión instantánea de contenido sin necesidad de descarga
El streaming es uno de los elementos transformadores del entretenimiento digital de las dos últimas décadas. Esta tecnología, que apareció ya en el siglo XX, ha modificado por completo la forma en la que uno consume contenidos a través de la pantalla. Y es que se basa en un método de transmisión en el que el vídeo o el audio no se tienen que descargar, sino que se reproducen al instante en la red. Hasta la fecha, son muchos los sectores que lo han adoptado y los expertos apuntan que, en un futuro a corto plazo, seguirá siendo una de las maneras más usuales de llegar al público online.
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Esta forma de transmisión ha brindado a la audiencia nuevas posibilidades, como ganar en accesibilidad y potencial la multiplataforma, pues la mayoría de las compañías que lo usan son capaces de adaptar sus creaciones a las diferentes medidas de la pantalla: desde celulares hasta televisores. Todo ello ha derivado en un nuevo perfil de usuario digital con sus propios hábitos incluidos, como el hecho de consumir bajo demanda aquello que les interesa y no conformarse con lo que está programado, o como demostrar que no hay problema por pagar por estos contenidos, ya sea mediante suscripciones o con presencia de anuncios.
Los casos más sonados
En numerosas ocasiones, la gente suele asociar directamente el concepto streaming con las populares plataformas de contenido audiovisual, como Netflix, Prime Video o Max. De hecho, estas empresas fueron las que potenciaron entre la ciudadanía este avance tecnológico, permitiendo la entrada mediante precios muy ajustados y hasta periodos de prueba gratuitos. Actualmente, es una de las industrias más potentes, además de erigirse como uno de los pilares imprescindibles en el sector cinematográfico y la principal vía para la visualización de series y películas.
Algo parecido sucede con la música, donde hay un nombre que resalta entre el resto: Spotify. La conocida marca sueca cuenta con millones de canciones en su catálogo y un amplio abanico de grupos y artistas. En su día, revolucionó el sector ofreciendo temas bajo demanda por un precio de suscripción o sin costo, aunque con anuncios, dos posibilidades que hoy en día se encuentran totalmente normalizadas. Además, desde hace un tiempo, esta plataforma ha añadido servicios como las listas de cantantes más reproducidas del año o productos que recuerdan a la radio más convencional con programas en forma de pódcast.
Incluso medios convencionales como la televisión y la radio han dado el salto a esta tipología de emisión de contenidos, sin abandonar los dispositivos habituales. Prácticamente todas las cadenas radiofónicas y televisivas disponen ahora de su propia aplicación digital en la que los seguidores pueden consumir contenidos en directo o ya registrados, siempre que tengan conexión a internet o tras previa descarga. En los tiempos actuales, es común que eventos como las entregas de premios o las retransmisiones deportivas se den multicanal y a través de cualquier tipo de pantalla.
El juego, también en vivo
El mundo de los videojuegos usa el streaming de formas muy diferentes. Una de las más novedosas son los títulos que están en la nube y que no requieren ninguna descarga para poder disfrutar de ellos. Su ejecución se da durante el tiempo que desee el internauta y, para que esto dé buen resultado, tanto la conexión como el propio producto deben estar ideados para ello. Gigantes como PlayStation o Xbox son dos de los que cuentan con ejemplos exitosos en este sentido. Por otro lado, hay títulos en los que se invita a los participantes a conectar entre sí y compartir un momento a través de audio y video.
Este avance tecnológico ha ganado mucho peso también en los últimos tiempos en el casino en línea de Panamá y sus pasatiempos en múltiples formas, como Codere. Buena parte de la oferta que se contempla en su catálogo, como las partidas de ruleta o blackjack, se basan en la emisión de contenidos en directo, situando al jugador en medio de la acción y siempre con un crupier real dirigiendo la sesión. Esta apuesta, además de demostrar la modernización de un sector que acumula siglos de existencia, consigue que los usuarios sean más partícipes mediante la interacción y la participación.

Otro canal para los creadores
Más allá de gigantes como Netflix o Spotify, hay plataformas que apuestan indudablemente por la transmisión en tiempo real y la participación de toda la comunidad online. Twitch es el nombre que a todo el mundo le viene a la mente, aunque también se pueden mencionar otros canales como Kick o YouTube Live, sus principales alternativas. Aunque estas se han dado a conocer, sobre todo, por su pasión por los videojuegos, hoy en día, disponen de una oferta completa y variada donde se pueden encontrar desde programas de cocina hasta expresiones de arte, pasando por charlas o clases académicas.
De normal, los creadores de contenidos se decantaban por redes sociales como Instagram, TikTok o YouTube. En las que beben del streaming, el contenido es mucho más natural en comparación, interactuando con la audiencia si así lo desean. Incluso ha cambiado la forma en la que se ganan la vida estos “streamers”, que es como se llaman los creadores de este tipo de productos, centrándose en las aportaciones mediante suscripción de sus propios seguidores y desligándose, en cierto modo, de las grandes marcas comerciales patrocinadoras que antes se erigían como única vía de ingresos.
Sin lugar a duda, esta tecnología ha abierto las puertas a un nuevo tipo de oferta digital, al mismo tiempo que ha creado un público y unos hábitos que no le eran propios hasta ahora. En la actualidad, hay mucho más donde elegir, con un catálogo que en la mayoría de ocasiones es inabarcable, ya estemos hablando de juegos, series, películas o temas de música. Esto da total libertad al usuario de poder dirigirse hacia la opción que más le convenza y no limitarse a aquello que uno ha decidido que podría ser de su agrado, como antes sí que ocurría con medios tradicionales como la radio o el televisor.
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