Investigadores identifican nuevo tratamiento contra los tumores cancerígenos
Investigadores españoles han descrito nuevo mecanismo de acción que causa autodestrucción de células cancerígenas
Investigadores del Institut de Neurociènces, en colaboración con el Instituto de Química Avanzada de Cataluña, han descrito un nuevo mecanismo de acción por el que el fármaco antitumoral ABTL0812 induce un gran estrés en las células tumorales, provocando su autodestrucción por autofagia.
De acuerdo a Yoshinori Ohsumi, científico japonés acreedor al Nobel 2016, la autofagia es un mecanismo de regeneración que usan las células para deshacerse de proteínas dañadas. Significa, literalmente, “comerse a uno mismo”, y lo hacen mediante los lisosomas, que son una especie de sacos de reciclaje.
Este fármaco ha sido probado en pacientes con cáncer de endometrio y de pulmón escamoso en estados avanzados, en combinación con quimioterapia. El mecanismo se basa en la manipulación de lípidos celulares (dihidroceramidas), y podría suponer una nueva estrategia para atacar el cáncer, según explican los líderes de la investigación a Autophagy.
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Leer másEl equipo, coordinado por José Miguel Lizcano, del INC, investiga desde hace tiempo el funcionamiento de este fármaco. En 2016, cuando se empezó a administrarlo en pacientes en estudios clínicos, describieron que era el primer antitumoral que actuaba induciendo autofagia masiva en células tumorales. Y ahora, han descubierto cómo se produce.
“La muerte de las células se debe a la alteración de la composición de unos determinados lípidos de las células, que provoca estrés en el retículo endoplasmático, un orgánulo celular encargado de la síntesis de proteínas”, explica José Miguel Lizcano.
“El malfuncionamiento de este orgánulo causa una acumulación de proteínas defectuosas, ante la que las células tumorales activan una respuesta compensatoria que hace que colapsen y programen su muerte por autofagia”, añade.
TOXICIDAD SELECTIVA
Pau Muñoz, investigador del INC y primer autor del artículo, explica por que el fármaco no afecta a las células sanas: “La principal ventaja es que la toxicidad que produce es selectiva para células cancerígenas. Debido a que para sobrevivir al entorno hostil al que se enfrentan las células tumorales responden al estrés de retículo endoplasmático de forma exacerbada.”
“El fármaco las hace sobrepasar el nivel en el que esta respuesta es protectora, mientras que al resto de células no cancerígenas les queda todavía mucho margen”, añade Muñoz.
En el estudio, también presentan resultados preliminares en modelos de cancer de pancreas y de conductos biliares, y consideran que este nuevo mecanismo de acción se puede extender al tratamiento de diferentes tipos de tumores de una manera segura.