'Zoombombing': los ataques a videollamadas son cada vez más comunes
Estas violaciones de privacidad se han incrementado en los últimos días, especialmente durante clases virtuales.
El coronavirus obliga a gran cantidad de la población mundial a mantenerse confinado y gracias a sus generosas características en el plan gratuito, a la gran cantidad de usuarios que acepta por videollamada o la calidad de estas, Zoom es una de las plataformas que más se está beneficiando de esto.
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Leer másPero no todo ha sido perfecto, ya que han comenzado a surgir preocupaciones por la privacidad y seguridad en las últimas semanas. Tanto que incluso el propio desarrollador ha anunciado en las últimas horas la pausa por los próximos 90 días de cualquier desarrollo de actualizaciones para centrarse en mejorar la seguridad y privacidad de su plataforma.
Pero, ¿de qué manera se ha visto alterada la privacidad? En uno de los tantos casos, un profesor decidió dar una clase a sus alumnos utilizando Zoom, de repente, un desconocido se sumó a la videollamada con los alumnos y comenzó a insultar al profesor, a mostrar imágenes obscenas y faltar al respeto a los demás.
Este hecho, que se lo que se conoce como el fenómeno 'zoombombing', no es aislado ni ha ocurrido una o dos veces, ya que se está convirtiendo en una situación cada vez más habitual, y también puede implicar la difusión de pornografía y muestras de racismo y homofobia.
El problema está en que, por la configuración y diseño de la plataforma, usuarios desconocidos se pueden sumar a una videollamada si disponen de su URL y si el anfitrión no ha tomado las medidas de protección necesarias.
Otro de los inconvenientes son las denominadas incursiones "pasivas", donde el atacante pase desapercibido si es una videoconferencia lo suficientemente grande con decenas de personas. De este modo puede conseguir información de la videollamada y grabarla sin el permiso de los demás.
Sin embargo, la mayoría de los ataques en Zoom no se propician por carencias de seguridad en la plataforma, sino más bien por la falta de opciones de privacidad o porque los usuarios no la configuran de forma correcta. Por ejemplo, si una videollamada se establece como pública, es evidente que cualquier persona puede entrar disponiendo del enlace. Por lo tanto, depende mucho de la responsabilidad de los usuarios al configurar o al compartir los datos o no.
Por esa razón, la plataforma ha publicado una detallada guía de cómo evitar esto. Hay muchas formas. La primera está en restringir el acceso a los demás participantes y configurar la videollamada como privada, permitiendo la entrada de usuarios sólo con contraseña o creando una sala de espera desde la que aprobar o no la entrada de nuevos usuarios.
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Leer másTodas las medidas anteriores poco o ningún efecto tienen si son los propios integrantes de las videollamadas los que quieren estas situaciones se efectúen. Y es lo que está ocurriendo, ya que a menudo los estudiantes buscan hacer bromas o vengarse del profesor, publicando multitud de enlaces y contraseñas de entrada a videollamadas en plataformas de Internet.
Según comenta el medio ZDNet, Internet se ha plagado de comunidades online donde los usuarios comparten URLs y códigos solicitando que los demás entren para insultar, dejen material pornográfico o amenacen.