Azuay perdió más de 26 mil estudiantes en una década

Las cifras son alarmantes. En los últimos 10 años 26.711 estudiantes (entre niños y adolescentes) han dejado las aulas educativas en la provincia de Azuay, siendo la cuarta con el mayor porcentaje de deserción escolar en Ecuador.

Esta realidad ensombrece el inicio del nuevo año escolar que se alista para septiembre. En la provincia ya se lleva adelante el proceso de matrículas para los estudiantes del sector público.

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A nivel nacional, entre los años 2014 y 2024, el número de estudiantes desertores es de 525.784, dejando de lado las cifras del nuevo año lectivo que está próximo a iniciarse en la Sierra y Amazonía.

Las cuatro provincias más afectadas por la deserción escolar son Guayas, con 110.758 casos; Pichincha, 90.749; Esmeraldas, 49.590 y Azuay, 26.711.

Mientras que la mayoría de niños y jóvenes que dejaron sus estudios estaban inscritos en el sistema público, con el 75 % respecto al total; seguido por los del sector privado, con 19 %; y el fiscomisional, con 6 %. En las instituciones municipales sólo abandonó el 1 % del alumnado.

De la mano también va la salida de 16.693 docentes en 10 años y el cierre de 7.177 instituciones educativas, 4.854 de ellas públicas.

Estas cifras del Ministerio de Educación encienden las alertas de analistas y expertos en temas sociales que apuntan hacia la falta de inversión del Estado como uno de los factores que llevaron a que la deserción escolar se dispare en la última década.

“Si los gobernantes no invierten en educación de los niños y adolescentes, lamentablemente la escalada de la violencia y delincuencia seguirá al alza”, dijo Luis Tobar, docente universitario y director de la carrera de Economía de la Universidad Politécnica Salesiana.

Sobre estas cifras fue consultada la coordinadora zonal 6 del Ministerio de Educación, Susana Vásconez. Destacó que esa cartera de Estado, en lo que va del actual Gobierno, ha reinsertado a 17.062 estudiantes a nivel nacional. Pero no detalló en qué provincias fueron o si se trató solo de niños y adolescentes.

La funcionaria apuntó a la crisis generada por la pandemia de COVID-19 como el principal factor para que la deserción escolar se dispare en Ecuador.

Vásconez dio a conocer, de forma superficial, el proyecto ‘Todos al aula’, estrategia que aplican actualmente para impulsar a que los niños y adolescentes retomen sus estudios.

“Tenemos proyectos como este en el que hasta se busca a los estudiantes en distintas comunidades para saber cómo están e insertarlos nuevamente a las aulas”, sostuvo Vásconez.

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Henry Calle, excoordinador de Educación en Azuay y actual asesor académico en la Universidad de Cuenca, señaló que la problemática debe ser abordada desde dos premisas: la crisis de la COVID-19 y los recortes a la salud y educación públicas.

Las cifras de los tres años lectivos que duró la pandemia (2019-2022) mostraron que 97.891 estudiantes dejaron las aulas, agravando lo que ya venía pasando desde el período 2015-2016, cuando 10.636 niños y adolescentes desertaron.

Calle recalcó que para que un niño o un adolescente retorne a las aulas del sistema público, el Estado debe ser capaz de garantizar aspectos básicos como: desayuno escolar, materiales escolares, uniformes y transporte.

“Es imposible pensar que una familia que vive con menos de un sueldo básico pueda enviar a la escuela a dos o tres niños a la vez, si no tiene por lo menos garantizado que su hijo tendrá algo para comer”, dijo.

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