Cuenca: La construcción de terminal en Narancay Bajo genera voces de rechazo
Vecinos del barrio La Calera, en el sur, temen que las vías de acceso colapsen y aumente la inseguridad
Grandes carteles en contra de la construcción de la nueva terminal de transferencia sur de Cuenca cuelgan de las ventanas y balcones de las casas del barrio La Calera, ubicado en Narancay Bajo.
A María Eugenia Rivera, vicepresidenta del barrio, le preocupa que con la llegada de este nuevo espacio terminen por colapsar las únicas calles que permiten el ingreso al sector desde la Panamericana Sur, principal acceso al cantón desde los cantones y provincias vecinas.
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En un recorrido realizado junto a la representante barrial, EXPRESO constató la preocupación de los habitantes del lugar, la falta de infraestructura vial para recibir el flujo que significaría una terminal de transferencia.
“No contamos con vías. Todas las calles son angostas y la única principal es doble vía y se circula con dificultad cuando se encuentran vehículos grandes”, puntualizó Rivera.
La zona, de 2,5 hectáreas donde se construirá la nueva terminal, actualmente es un sitio baldío convertido en estacionamiento de camionetas y maquinaria municipal, y la plataforma itinerante de comercio. Todo desaparecerá.
Los vecinos no están conformes con el anuncio de las autoridades y señalaron que no es posible que nuevamente se les imponga una decisión y que además se hayan enterado por las redes sociales y medios de comunicación sobre el proyecto.
El 24 de julio del 2023 también se estableció que los buses interparroquiales e intercantonales que paraban sobre la Panamericana Sur para tomar pasajeros ingresen hacia el barrio, y en un costado de la plataforma itinerante de Narancay hagan su punto de carga y descarga.
Al reclamo de los habitantes de la zona se suman los comerciantes del mercado, quienes reclaman su traslado a un terreno ubicado en el sector de Carmen del Guzho, a unos tres kilómetros de donde ahora laboran.
Oliver Mejía, comerciante, alegó que el sitio donde serán reubicados “no cuenta con infraestructura adecuada y que está hacia la orilla del río Tarqui”.
Alfredo Aguilar, coordinador de Movilidad, explicó que el objetivo de la nueva terminal, que estará lista a mediados del 2025, es “descongestionar el centro de la ciudad y la Avenida de las Américas”.
“Hay que entender que el beneficio general de la ciudad está sobre el beneficio específico y que todo cambio genera preocupación y rechazo, pero que el resultado final transformará positivamente al barrio”, recalcó.
El funcionario señaló que hace dos años se inició el estudio sobre la nueva terminal y que en este mes ya recibieron los resultados y que sitúan a la zona como “estratégica para descongestionar y generar un anillo vial que rodee la ciudad”.
Jaime Espinoza, coordinador de Infraestructura y Proyectos del Municipio, explicó que actualmente ingresan por la Panamericana Sur un promedio de 300 frecuencias y que “muy pocos” toman el desvío hacia la autopista y transitan sobre la avenida, “generando gran congestión”.
Ambos funcionarios coincidieron en decir que la nueva infraestructura “no se trata de una terminal terrestre y que su uso será para que los pasajeros hagan solo la transferencia hacia el tranvía o a los buses urbanos”.
Sobre la preocupación de conexión, tanto con la Panamericana Sur como con la autopista Cuenca-Azogues, Espinoza dijo que se adecuarán las vías De la Ópera Beethoven y se cambiará el sentido de la calle De la Zarzuela “para crear un flujo natural hacia la estación”.
La nueva terminal de transferencia tendrá un presupuesto de 10’000.000 dólares y será financiada con un préstamo otorgado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
El coordinador de infraestructura y proyectos del Municipio detalló que la construcción constará de: salas de espera, gradas eléctricas, pantallas led, boleterías, locales comerciales, patio de comidas, andenes de carga y descarga, ascensores y áreas verdes.
“Toda la terminal estará completamente cerrada, no existirán salidas directas hacia el barrio y la única conexión será con el parque Narancay, que está junto a los terrenos donde se emplazará la construcción”, manifestó Espinoza.
Además, existirán buses eléctricos que serán financiados con un crédito del banco alemán KFW para trasladar a los pasajeros hacia la primera estación del tranvía y las paradas de los buses, ubicadas a un kilómetro de distancia.
Espinoza explicó que de la mano de este proyecto está el ordenamiento territorial y el control del uso del suelo a lo largo de la Panamericana Sur hasta Nero, para evitar que los conductores no se queden en los locales de comida o los buses tomen pasajeros.
El proyecto se integrará con la construcción de una terminal de transferencia norte, cuyos estudios de factibilidad y viabilidad se contratarán a finales de este año. Esta contratación también estará financiada con parte del crédito de la CAF.
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