Dulces y pirotecnia, elementos que matizan la fiesta del Corpus Christi
La quema de los castillos es una de las atracciones durante la procesión
Cuando se vive la celebración católica del Corpus Christi, en la capital azuaya, es sinónimo de una gran fiesta alrededor del Parque Calderón. En el imaginario cuencano, la fe por el cuerpo de Cristo está íntimamente relacionada con elementos externos muy tradicionales como los dulces artesanales y los castillos pirotécnicos.
Según información del Instituto Nacional de Patrimonio, el sincretismo religioso y cultural se ven reflejados en los cantos, rezos, procesión y la fiesta popular. El Sistema de Información del Patrimonio Cultural revela que esta celebración es parte importante de la identidad cultural del Azuay.
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Además, se puntualiza que esta “manifestación de religiosidad popular, con un protagonismo fuerte de la música” impulsan los lazos entre la comunidad.
Fernando Ortega, obispo auxiliar de Cuenca, explica que la celebración nació con la última cena cuando Jesús dijo “este es mi cuerpo y esta es mi sangre”. “En el Corpus Christi se muestra la devoción ante el cuerpo y sangre de Cristo”.
El elemento central en relación al significado religioso es la hostia consagrada que se exhibe de forma pública en los templos de la iglesia y que durante el septenario se las lleva dentro del custodio. A este elemento central se suman otras expresiones culturales propias de los cuencanos.
Dentro de esta celebración se suman los artesanos de la pirotecnia con sus castillos de hasta cuatro pisos llenos de luces. La artesana Adriana Shagui junto a su madre Norma Villa y sus hermanos cada año se preparan para esta celebración. Ella explica que los elementos de los castillos son: carrizo, papel , engrudo, pintura y la pólvora.
Los diseños y detalles los ponen los artesanos. Los castillos tiene una particularidad y es que en lo más alto se coloca una gran custodia en representación del cuerpo de Cristo. La celebración se cierra con la quema de los castillos. Son 90 mujeres que se preparan con un mes de anticipación en la preparación de los deliciosos dulces que se exhiben en cuatro cuadras a la redonda en el Parque Calderón.
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